WASHINGTON.— El presidente Donald Trump ordenó el martes a las agencias federales trabajar en estrecha colaboración con el asesor principal Elon Musk para reducir el tamaño del gobierno, identificando empleados que pueden ser despedidos y funciones que podrían eliminarse por completo.
Con su hijo de cuatro años a su lado o sobre sus hombros, el multimillonario Musk se presentó junto a Trump en el Despacho Oval antes de la firma de la orden ejecutiva. Durante la conferencia de prensa, dejó en claro que lidera los esfuerzos para reducir lo que considera un despilfarro gubernamental, por encargo del presidente.
Usando una gorra de «Make America Great Again», Musk defendió su papel como funcionario no electo con autoridad sin precedentes para desmantelar partes del gobierno.
«No puedes tener una burocracia federal autónoma. Tiene que ser una que responda al pueblo», afirmó Musk, calificando a la burocracia como una «cuarta rama de gobierno inconstitucional» que, en muchos aspectos, tiene más poder que cualquier representante electo.
Musk, CEO de Tesla y propietario de X, rechazó las críticas sobre la falta de transparencia en su equipo de eficiencia gubernamental, conocido como DOGE (Department of Government Efficiency).
DOGE no ha proporcionado información sobre su personal, sus operaciones o las medidas que está implementando dentro de las agencias gubernamentales. Solo ha publicado cifras generales de los recortes presupuestarios sin detalles específicos.
«Espero ser examinado y recibir, básicamente, un chequeo proctológico diario», dijo Musk. «No es que crea que pueda hacer algo sin que me vigilen».
Cuando se le preguntó sobre las críticas de los demócratas y otros opositores, quienes lo acusan de llevar a cabo una toma hostil y opaca del gobierno, Musk respondió:
«No se puede pedir un mandato más fuerte del público», dijo, citando la elección de Trump. «La gente votó por una reforma gubernamental importante. No debería haber dudas sobre eso».
Musk también reveló que habla con Trump casi todos los días.
Una estrategia para recortes masivos
La orden ejecutiva del martes marca un nuevo paso en la estrategia de Trump y Musk para reducir el gobierno federal y alinearlo con las prioridades de la Casa Blanca. Ya se han lanzado ofertas de indemnización para empleados federales, intentos de eliminar protecciones laborales en el servicio civil y el cierre efectivo de algunas agencias.
El decreto establece que las agencias solo podrán contratar un empleado por cada cuatro que se vayan y las obliga a colaborar con el equipo de Musk para identificar reducciones masivas de personal y determinar qué agencias pueden ser eliminadas por completo.
No obstante, la orden excluye de estos recortes a los trabajadores esenciales para la seguridad nacional, la seguridad pública, la aplicación de la ley y el control migratorio.
Muchos empleados federales están sindicalizados, lo que significa que cualquier despido masivo deberá cumplir con los convenios colectivos vigentes. Incluso los empleados no sindicalizados del gobierno tienen protecciones laborales bajo la ley federal.
El impulso para despidos masivos sigue al fallido intento de la administración Trump de persuadir a los empleados federales para que aceptaran paquetes de compensación por despido. Esa medida fue bloqueada por un juez federal.
Conflicto de intereses y resistencia legal
Trump y Musk aseguraron que esperan ahorrar un billón de dólares eliminando fraude y despilfarro en el gobierno, lo que representaría casi el 15% del gasto federal total.
Trump rechazó las acusaciones de que la influencia de Musk representa un conflicto de intereses, dado que SpaceX, la empresa de cohetes de Musk, tiene contratos con el Pentágono y la comunidad de inteligencia por miles de millones de dólares.
«Si pensáramos eso, no lo dejaríamos involucrarse en esa área», afirmó Trump. «Si hubiera falta de transparencia o conflicto de intereses, no le permitiríamos revisar ciertos sectores».
Además del bloqueo a su plan de despidos, los tribunales han detenido otras medidas de Trump, como su intento de suspender empleados de la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) y restringir el acceso de Musk a sistemas de pagos sensibles del Tesoro.
Actualmente, hay alrededor de 2,3 millones de empleados civiles en EE. UU., sin contar el Servicio Postal. Aunque la mayoría trabaja en seguridad nacional, cientos de miles de empleados gestionan programas clave como la atención a veteranos, inspección de alimentos y administración financiera.
Musk contra el sistema judicial
Horas antes, Musk publicó en X una crítica feroz contra los bufetes de abogados que han presentado demandas en nombre de empleados federales.
«¿Qué firmas están impulsando estos casos antidemocráticos para obstaculizar la voluntad del pueblo?», escribió.
También atacó a los jueces que han bloqueado algunas órdenes ejecutivas de Trump:
«La democracia en Estados Unidos está siendo destruida por un golpe judicial», afirmó Musk en otro mensaje el martes.
Trump expresó una queja similar durante su reunión con Musk en la Casa Blanca:
«Queremos erradicar la corrupción. Y es difícil de creer que un juez diga: ‘No queremos que hagan eso'», comentó. «Tal vez debamos revisar a los jueces, porque esto es muy serio».
Sin embargo, Trump aseguró que respetará las decisiones judiciales.
«Siempre acato los fallos judiciales, y luego los apelo», dijo. «Lo que han logrado es frenar el impulso de nuestra reforma y darles más tiempo a los corruptos para encubrir sus actos».