ANKARA.— El gobierno turco ha intensificado sus bombardeos en Siria y el norte de Irak como respuesta al fallecimiento de 12 soldados turcos en Irak durante el fin de semana.
El Ministerio de Defensa de Turquía informó el lunes que los ataques han ocasionado la muerte de al menos 26 milicianos. En estas operaciones, al menos ocho civiles, entre ellos dos mujeres, perdieron la vida en el noreste de Siria durante los ataques turcos del lunes, según Farhad Shami, portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias, una agrupación liderada por kurdos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con base en el Reino Unido, reportó que otras 12 personas resultaron heridas en estos ataques. Durante 2023, Turquía ha llevado a cabo 128 bombardeos en el noreste de Siria, ocasionando la muerte de 94 personas, según el Observatorio.
Los funcionarios turcos informaron que milicianos vinculados al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), un grupo separatista kurdo que ha estado en conflicto con Turquía desde la década de 1980, intentaron infiltrarse en una base turca en el norte de Irak.
Este intento llevó a un enfrentamiento en el que seis soldados turcos perdieron la vida. Al día siguiente, otros seis soldados turcos murieron en enfrentamientos posteriores con combatientes kurdos.
En respuesta, Ankara lanzó bombardeos contra varios sitios que afirmó estaban relacionados con el PKK en Irak y Siria. Estos ataques afectaron infraestructura vital, instalaciones de la industria petrolera y centros de salud en el noreste de Siria, lo que llevó a una reducción del 50% en la producción de electricidad el sábado, según la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria, un organismo kurdo que Turquía acusa de tener vínculos con el PKK.
Tanto Turquía como Estados Unidos consideran al PKK como un grupo terrorista, aunque discrepan sobre el estatus de los grupos kurdos en Siria, que han sido aliados de Estados Unidos en su lucha contra el grupo Estado Islámico.
La administración kurda hizo un llamado a la intervención de las Naciones Unidas, advirtiendo que los bombardeos turcos podrían amenazar la seguridad regional. Se reportó que uno de los bombardeos alcanzó un lugar cercano a la prisión de Alaya en Qamishli, donde se encuentran miembros del EI.
Mazloum Abdi, comandante de las Fuerzas Democráticas de Siria, condenó los ataques a la infraestructura civil en el noreste de Siria a través de un comunicado. Hasta el momento, no ha habido comentarios por parte de las autoridades iraquíes sobre los bombardeos.