ANKARA.- Turquía desplegó tanques en su frontera sur con Siria, mientras se prepara para cumplir sus planes de crear una “zona segura” expulsando a los combatientes kurdos, aliados de EEUU.
A medida que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, se alejaba de defender su decisión de retirar las tropas de su país en la región para advertir a Turquía de “cualquier combate no forzado o innecesario”, la administración civil dirigida por los Kurdos en Siria se movilizó para lo que parece ser una invasión inminente.
Trump insistió a través de Twitter que Estados Unidos “no abandonó a los kurdos, de ninguna manera”, los llamó “gente especial” y aseguró que los dotará de ayuda económica y armas.
Al mismo tiempo, el mandatario estadounidense renovó su amenaza contra Turquía y “su frágil moneda”, al tiempo que calificó a Turquía de “miembro importante de la OTAN% y anuncio que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan visitaría Estados Unidos el 13 de noviembre.
Asimismo, Erdogan anunció que su país inició el ataque en esa zona contra las fuerzas kurdas.
Al menos 18.000 combatientes de las milicias locales del Ejército Sirio Libre participan en el operativo militar contra los kurdos.