ANKARA.— El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ordenó lanzar una operación aérea en Iraq y Siria tras regresar de la cumbre del G20. La operación es contra militantes kurdos en esos países.
El Ministerio de Defensa turco confirmó este domingo el lanzamiento de ataques aéreos en la «Operación Garra-Espada» dirigida contra militantes kurdos en el norte de Iraq y Siria, una semana después del atentado ocurrido en el centro de Estambul.
El ministro de Defensa, Hulusi Akar, dirigió la ofensiva desde el centro de operaciones de la fuerza aérea junto a altos comandantes y ordenó el despegue de los aviones de las bases para atacar a los objetivos, señaló un comunicado.
El inicio oficial de esta operación sigue a los ataques a la ciudad siria de Kobane, habitada por kurdos. De esta forma Turquía amplia la ofensiva contra quienes considera responsables del último atentado.
Aviones de combate atacaron bases del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán o PKK, y las Unidades de Protección del Pueblo Sirio o YPG, indicó el ministerio, que también citó el derecho de Turquía a la autodefensa en virtud del artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.
La operación militar turca apunta a áreas «utilizadas como base de los terroristas en sus ataques a nuestro país», dijo Turquía al tiempo que enfatizó que estaba tratando de prevenir ataques, asegurar la frontera sur del país y «destruir el terrorismo en su origen».
Hulusi Akar agregó que «refugios, búnkeres, cuevas, túneles y almacenes pertenecientes a terroristas fueron destruidos con gran éxito. La llamada sede de la organización terrorista también fue atacada y destruido con impactos directos».
Los medios locales informaron que la ciudad norteña iraquí de Sinjar fue también atacada, mientras que el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó que los ataques también habían afectado posiciones del ejército sirio, además de zonas de las ciudades de Alepo, Raqqa y Hasaka.