ANKARA.- Turquía y Rusia lanzaron patrullas conjuntas en la provincia de Idlib, el último bastión importante de la oposición siria en el país.
El ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, informó a los reporteros el viernes que la operación se produjo tras un acuerdo alcanzado en septiembre del año pasado con el objetivo de evitar que el gobierno sirio lance un ataque contra Idlib, hogar de casi tres millones de personas.
La provincia de Idlib es la última área significativa en manos de los rebeldes sirios y está controlada por Hay’et Tahrir al-Sham (HTS), que anteriormente estaba afiliada a al-Qaeda.
Según el acuerdo, las fuerzas rusas patrullarán el borde de la provincia controlada por los rebeldes, mientras que el ejército turco operará en la zona desmilitarizada.
«Hubo restricciones en el uso del espacio aéreo de las regiones de Idlib y Afrin, pero se han eliminado desde hoy», dijo Akar, y agregó que las patrullas marcaron «un paso significativo» para la continuación del alto el fuego y el mantenimiento de la estabilidad en Idlib.
«Nuestra cooperación con Rusia ha mejorado. Vemos esto como un paso importante para la continuación del alto el fuego y la garantía de estabilidad», prosiguió el funcionario.
El ministro turco trató de ilustrar una idea de lo que podría suceder si se rompe el alto el fuego en Idlib. Es un área superpoblada. Se estima que al menos 3,5 millones de civiles viven allí. Akar aseguró que, si la situación se agrava en Idlib, esta gente va a inundar no solo las fronteras de Turquía sino también Europa.
Ankara ha temido durante mucho tiempo que cualquier ataque a Idlib podría forzar a cientos de miles de nuevos refugiados a huir hacia sus fronteras. Ya alberga a más de tres millones de refugiados sirios. Turquía tiene una frontera de 900 km con Siria.