TEHERÁN.- Este martes, la televisión estatal iraní reconoció que las fuerzas de seguridad dispararon y mataron “alborotadores” en varias ciudades durante las recientes protestas que se desataron por el aumento del combustible.
Es la primera vez que las autoridades admiten de algún modo la violencia empleada para sofocar el descontento social.
La aceptación de esos hechos formó parte de un segmento en el que se criticó a los canales internacionales en parte por su cobertura de la crisis, que comenzó el 15 de noviembre.
Amnistía Internacional estimó que al menos 208 personas murieron en las protestas y en la represión posterior. La delegación iraní Naciones Unidas rechazó los datos de AI este martes en la mañana, aunque no ofreció datos para respaldar la desmentida.
Teherán no ha ofrecido ninguna cifra general sobre las protestas que paralizaron la república islámica tras la subida en un 50% de los precios mínimos de la gasolina, subvencionados por el gobierno.
El país persa limitó el acceso a internet durante las manifestaciones, impidiendo que la gente dentro de Irán compartiera videos e información e impidiendo la capacidad del mundo exterior de conocer la escala de violencia durante las protestas. En los últimos días han aparecido varios videos tras la restauración del servicio.
“Hemos visto a más de 200 personas muertas en un tiempo muy corto, en menos de una semana”, dijo Mansoureh Mills, investigadora de Irán en Amnistía. “Es un suceso bastante inusual en la historia de violaciones de derechos humanos en la República Islámica”.
El reporte de la televisión estatal iraní clasificó las muertes en cuatro categorías, indicando que algunos fallecidos eran “alborotadores que atacaron centros militares o sensibles con armas de fuego o cuchillos, o tomaron rehenes en algunos lugares”.
El reporte describió a otros muertos como transeúntes, agentes de seguridad y manifestantes pacíficos”, sin atribuir su muerte a nadie.