ROMA.- El líder de la Liga, Matteo Salvini, apuntaba a la región de Emilia Romaña para comenzar el proceso de reconquista del Ejecutivo italiano. Sin embargo, el plan de Salvini fracasó este domingo, lo que constituye un duro golpe para el líder nacionalista.
Según los primeros resultados parciales, la candidata de la Liga perdió ante la izquierda en las elecciones de Emilia Romaña, con la victoria se aspiraba a derrotar al gobierno y pedir elecciones anticipadas.
El presidente saliente de la región, Stefano Bonaccini, del Partido Democrático (izquierda), supera el 50% de los votos mientras que la candidata de la Liga, Lucia Borgonzoni, obtendría un 43%.
“Ganamos sin tanto show”, celebró Bonaccini, cuyo estilo sobrio y moderado fue premiado con respecto a Salvini, arrogante y agresivo.
En declaraciones a periodistas mientras continuaba el recuento, Salvini dijo que estaba orgulloso de haber desafiado a la izquierda en una región en la que esta última gobierna desde la Segunda Guerra Mundial. “Después de 70 años, ha habido un desafío. Antes, el partido siempre terminaba antes de empezar”, dijo.
No obstante, Salvini entendió de inmediato la derrota que había sufrido en el norte, donde realmente se jugaba su futuro.
El Gobierno de Italia se encontraba estos días en tensión a la espera del resultado. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, expresó horas antes su seguridad de que lo que saliera de las urnas sería “positivo” y daría “más energía y entusiasmo” a la coalición formada entre el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático.
Salvini soñaba con volver al poder y conquistar el núcleo ultraderechista en esa próspera región del norte de la península, gobernada desde la caída del fascismo por la izquierda, orgullo de todo el país por su modelo económico y y estilo de vida.
Para muchos especialistas y politólogos estas elecciones regionales se habían convertido en un “referéndum” a favor o en contra de Salvini y a favor o en contra del gobierno de la coalición en el poder.
