RÍO DE JANEIRO.- Casos a plena luz del día, como el de una estudiante que hacia una pasantía en un laboratorio del campus científico de la Ilha do Fundao, fue asaltada y retenida por algunos minutos dentro de un automóvil por delincuentes que le robaron, la mochila, su celular y la computadora.
El crimen ocurrió 72 horas después de que dos profesores de la misma institución, fueron secuestrados durante once horas por hombres armados que los llevaron vendados hasta una favela. Los malhechores les robaron el auto, sus celulares, computadoras 38.000 reales (10.500 dólares), según la denuncia en la policía.
El campus de Ilha do Fundao comparte varias hectáreas limítrofes con las favelas de Maré y Complexo de Alemao, que tienen altos índices de violencia por los enfrentamientos entre policías y traficantes, además, de la presencia de milicias parapoliciales.
El rector de la Universidad se reunió con las fuerzas de seguridad exigiendo mayor presencia del Estado dentro y fuera de la institución ya que según él, “solo hay una patrulla con dos policías cuidando las áreas externas del campus”, mientras que adentro están los guardias de seguridad privada que no llevan armas de dotación.
La violencia se disparó en Río luego de los Juegos Olímpicos de 2016 en medio de la crisis de ese estado, casi en bancarrota y con un indice de corrupción que alcanzó todas sus esferas.
Ante la falta de capacidad de la policía para controlar la situación, Michel Temer ordenó en febrero que el ejército tomará el comando de la seguridad en Río de Janeiro.