MONTEVIDEO.—El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Mario Lubetkin, pidió a la Unión Europea que ratifique el acuerdo comercial con el Mercosur antes de que finalice 2025, tras más de 25 años de negociaciones. Durante su intervención en el foro World in Progress en Barcelona, el canciller advirtió que seguir demorando la aprobación del texto “no sería una buena señal” ni para América del Sur ni para Europa.
“El acuerdo ya está establecido y beneficia a todos. Europa no debe perder más tiempo”, afirmó Lubetkin, quien remarcó que Montevideo está listo para firmar. El tratado entre la Unión Europea y el Mercosur —integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia— busca crear una de las mayores zonas de libre comercio del mundo, con una población conjunta de unos 750 millones de personas y un comercio bilateral que en 2024 superó los 111.000 millones de euros.
El pacto prevé eliminar aranceles sobre más del 90% de los productos, incorporar compromisos medioambientales y proteger más de 350 indicaciones geográficas europeas. Lubetkin subrayó que, en un contexto global marcado por tensiones comerciales, la UE y América Latina deben actuar como socios estratégicos. “Si no logramos firmar, cada uno seguirá su camino”, advirtió.
Aunque la Comisión Europea ya presentó los textos legales, la ratificación sigue bloqueada por las reticencias de algunos Estados miembros, principalmente Francia, que teme un impacto negativo sobre su sector agrícola. En Montevideo crece la preocupación de que, si el proceso no se completa antes de diciembre, el pacto vuelva a quedar congelado, como ocurrió en 2020.
Lubetkin también mencionó el giro de la política comercial de Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump, que ha reintroducido aranceles y tensiones diplomáticas en el Caribe y Sudamérica. Según el ministro, este escenario “obliga a reforzar las alianzas con la Unión Europea para sostener un comercio más equilibrado y sostenible”.
El canciller recordó además que América Latina y el Caribe fueron declaradas zonas de paz y desnuclearizadas por la CELAC, y defendió la ratificación del acuerdo como una herramienta para consolidar una región “pacífica, abierta y económicamente integrada”.
De cara a los próximos meses, Uruguay confía en que los líderes europeos aceleren la validación del texto. “Teníamos que haberlo firmado mucho antes. Con su firma ganan todos”, concluyó Lubetkin.
El resultado, ahora, dependerá de las decisiones políticas que se tomen en Bruselas. Para Montevideo, el mensaje es inequívoco: el 2025 no puede terminar sin que el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur se haga realidad.
