MINSK.- Más de 150 manifestantes fueron detenidos en la noche de este miércoles por la policía durante las protestas opositoras contra la investidura del presidente Alexander Lukashenko para un sexto mandato, una ceremonia realizada en secreto durante la que el impopular presidente dijo que la “revolución” que querían sus detractores ya fracasó.
Según reporteros en el campo de la AFP, varios miles de personas marcharon contra Lukashenko por la avenida los Vencedores, en el centro de la capital bielorrusa, Minsk.
La ONG de defensa de derechos humanos Viasna documentó al menos 153 arrestos, en su mayor parte en la capital pero también en Mogilev, Gomel y otras ciudades.
En la mañana de este miércoles, medios independientes y plataformas opositoras aludieron a una ceremonia secreta, ya que vieron un despliegue policial alrededor de la sede presidencial y a la escolta de Lukashensko recorrer la ciudad a gran velocidad.
En un hecho excepcional, la ceremonia de investidura sólo fue anunciada por la agencia estatal Beata, y por la presidencia una vez que fue finalizada.
La líder opositora y refugiada en Lituania, Svetlana Tijanóvskaya, principal detractora de Lukashenko, en un comunicado enviado a través de Telegrama aseguró que “esta pretendida investidura es evidentemente una farsa”.
Varios países europeos denunciaron la obstinación de Lukashenko. Alemania declaró “no reconocerlo” por falta de “legitimidad democrática”.
Asimismo, Estados Unidos “no puede considerar a Alexander Lukashenko como el presidente legítimo” de Bielorrusia, afirma un comunicado del Departamento de Estado. “Las elecciones del 9 de agosto no fueron libres ni justas. Los resultados anunciados fueron fraudulentos y carentes de legitimidad”, indicó un portavoz de la diplomacia de Washington.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Lituania se buró de la ceremonia de Lukashenko. “¡Qué farsa! Elecciones fraudulentas, investidura fraudulenta”, tuiteó Linas Linkevicius.