TRÍPOLI.- La violencia irrumpió en las protestas antigubernamentales en El Líbano con un enfrentamiento en Trípoli que dejó un saldo de 20 heridos, según reportes difundidos hoy en la capital.
#Lebanon Army in #Tripoli are now firing rubber bullets and lobbing tear gas canisters. Protestors are throwing rocks. pic.twitter.com/0PJP02qkH8
— Kareem Chehayeb | كريم (@chehayebk) April 28, 2020
Como casi todos los países del mundo, Líbano sufre los coletazos del COVID-19 y su población es obligada a obedecer las estrictas medidas de confinamiento, que llevaron a decenas de personas asfixiadas por la crisis económica que ya se siente en toda la nación árabe, a tomar las calles bajo el grito de “¡revolución!”.
El Ejército trató de contener a los manifestantes cuando querían llegar hasta la casa de un político y respondió con disparos al aire en la plaza Al-Nour.
La Cruz Roja informó que sus equipos trabajan para evacuar a las personas que resultaron heridas en Trípoli, la segunda ciudad más grande de ese país y una de las regiones más abandonadas por el Estado.
En su declaración, los mandos militares explicaron que dentro de la protesta hubo infiltrados violentos que destrozaron edificios públicos. Asimismo, denunciaron que los manifestantes lanzaron una bomba casera que causó heridas a varios soldados.
#28Abr Nuevos disturbios en #Trípoli (Líbano), los manifestantes queman sucursales bancarias. La indignación contra el gobierno se extiende también a otras ciudades como #Beirut, la capital. pic.twitter.com/4gF0L5UY2W @Abbassnourdeen1
— Reporte Ya (@ReporteYa) April 28, 2020
Son los bancos los que se han convertido en el objetivo de los manifestantes desde que estalló la crisis económica en el convulsionado país árabe. Una semana atrás, en Sidón, las instalaciones del Banco Central fueron objeto de piedras y petardos.
تحطيم واجهة جمعية المصارف الان في بيروت.#يسقط_حكم_المصرف pic.twitter.com/tFQNFsfE7H
— Abbassnourdeen (@Abbassnourdeen1) April 28, 2020
El desplome de la moneda local alimenta una alta inflación, lo que aviva el fuego de las protestas ciudadanas que están marcadas por la peor crisis económica desde la guerra civil.
En Líbano, las cuentas de ahorros fueron congeladas y los retiros bancarios son estrictamente controlados. Esta situación llevó a miles de personas a las calles durante todo el año pasado, mientras los ciudadanos apuntan a la élite política conservadora de corrupción, de endeudar al país y desaprovechar los años de bonanza.