PARÍS.— En la capital francesa miles de ciudadanos salen a la calle por cuarta vez para protestar contra la reforma pensionar que impulsa el presidente Emmanuel Macron.
Más de 750.000 personas acudieron a la última jornada de acción, tras la propuesta de Macron en enero de ampliar la edad de jubilación de 62 a los 64 años en 2030.
Sin embargo, el 1 de febrero, el ministro de Trabajo francés, Olivier Dussopt, declaró que el Gobierno de Francia planea realizar la reforma pese a las protestas y seguirá explicando su necesidad a los ciudadanos.
Francia, junto con un puñado de otros países de la Unión Europea, tiene la edad de jubilación más baja de Europa, y gasta casi el 14% de su producción económica en pensiones. La última reforma, en 2011, elevó la edad de jubilación de 60 a 62 años.
Los franceses deberán trabajar un mínimo de 43 años para obtener una pensión completa a partir de 2027 y aquellos que comenzaron a trabajar antes de los 20 años podrán obtener una jubilación anticipada y la edad mínima de jubilación.
Actualmente, la edad mínima de jubilación de Francia está en los 62 años de edad para hombres y mujeres, la más baja de Europa si se deja por fuera a Polonia y Austria, en donde las mujeres pueden jubilarse a los 60 años. Los hombres, en cambio, necesitan un mínimo de 65 años para recibir su pensión en esos dos países, lo que quiere decir, una vez más, que es una edad por encima de la actual del país galo.