WASHINGTON.- Los comandantes estadounidenses que planean la retirada de las tropas de Siria han recomendado que se permita a los combatientes kurdos mantener las armas suministradas por Estados Unidos, una medida que podría enfurecer a Turquía, aliado de la OTAN.
Tres funcionarios hablando con la agencia de noticias Reuters bajo la condición de anonimato, dijeron que las recomendaciones formaban parte de las discusiones sobre un borrador del plan por parte del ejército estadounidense. Si bien las conversaciones se encuentran en una etapa temprana, aún no se ha tomado una decisión, señalaron los funcionarios.
El Pentágono dijo que sería «inapropiado» y prematuro comentar lo que sucederá con las armas. «La planificación es continua y se enfoca en ejecutar un retiro deliberado y controlado de las fuerzas mientras se toman todas las medidas posibles para garantizar la seguridad de nuestras tropas», explicó el comandante Sean Robertson, un portavoz del Pentágono.
No está claro qué recomendará finalmente el Pentágono a la Casa Blanca en los próximos días. Pero la decisión final será tomada por el presidente Donald Trump, quien ordenó la retirada de aproximadamente 2.000 soldados estadounidenses de Siria a principios de este mes.
Los funcionarios estadounidenses comentaron que el anuncio de Trump ha trastornado a los comandantes estadounidenses, quienes consideran que su decisión es una traición a los combatientes kurdos del norte.
Las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que integran las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF), han sido la columna vertebral de una alianza que ha encabezado la lucha apoyada por Estados Unidos contra Estado Islámico en Siria.
Son percibidos como un grupo «terrorista» por Turquía, que se ha comprometido a lanzar una operación en Siria dirigida a áreas bajo el control de los combatientes del YPG, para expulsarlos.
Estados Unidos le dijo al YPG que estarían armados por Washington hasta que la lucha contra ISIS terminara, informó uno de los funcionarios. «La lucha no ha terminado. No podemos simplemente empezar a pedir que nos devuelvan las armas», agregó.
Pero Ankara quiere que Washington recupere las armas, por lo que la recomendación de los comandantes, si se confirma, podría complicar el plan de Trump de permitir que Turquía termine la lucha contra ISIS dentro de Siria, tal como afirmó luego de una llamada con su homólogo Recep Tayyip Erdogan.
El Pentágono mantiene registros de las armas que ha suministrado al YPG y su cadena de custodia. Pero los funcionarios estadounidenses dijeron que sería casi imposible localizar todo el equipo. «¿Cómo vamos a recuperarlos y quién los recuperará?», cuestionó uno de los oficiales.
Turquía ha dicho en el pasado que las armas suministradas al YPG terminaron en manos de separatistas kurdos, y describió cualquier arma entregada a los combatientes como una amenaza para la seguridad de Turquía.
Mientras tanto, los kurdos han dado la bienvenida a un avance del gobierno sirio en la ciudad de Manbij, en el noreste de la gobernación de Alepo, un cambio pragmático en las alianzas que anulará sus aspiraciones de autonomía, pero podría ayudarles a reducir sus pérdidas.
