Washington y Moscú se vuelven a enfrentar por Damasco

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BEIRUT.- Estados Unidos y Rusia intercambian amenazas de ataques químicos mientras la armada naval rusa se despliega sobre el Mediterráneo, previo a la posible ofensiva contra el último enclave rebelde en Idlib.

Rusia desplegó una docena de buques de guerra en el mar Mediterráneo, en lo que un periódico ruso calificó como el mayor desarrollo naval de Moscú desde que entró en el conflicto sirio en 2015. El refuerzo se produce cuando se cree que el aliado de Rusia, el presidente sirio Bashar al-Assad, está considerando un ataque importante contra el último enclave controlado por rebeldes en la norteña provincia de Idlib.

Moscú ha acusado a los Estados Unidos de desarrollar sus propias fuerzas en el Medio Oriente en preparación para un posible ataque contra las fuerzas del gobierno sirio, que llegaría en respuesta a la esperada ofensiva en Idlib.

Estados Unidos advirtió el martes a los gobiernos ruso y sirio contra el uso de armas químicas en Siria. La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, dijo que Estados Unidos «responderá a cualquier uso verificado de armas químicas en Idlib o en otro lugar en Siria de manera rápida y apropiada».

Los países occidentales y los analistas independientes dicen que las fuerzas del gobierno sirio han llevado a cabo varios ataques con armas químicas en el transcurso de la guerra civil que lleva siete años. Los supuestos ataques químicos en 2017 y a principios de este año llevaron a Estados Unidos a lanzar misiles contra objetivos de las fuerzas sirias.