WhatsApp enemigo número uno de agencias de inteligencia

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WASHINGTON.- WhatsApp es una aplicación bastante segura, aunque parezca difícil de creer, y es poco probable que alguien pueda leer los mensajes de un usuario. A menos que le esté mirando la pantalla por encima del hombro.

Esto es gracias a la encriptación de extremo a extremo. Un protocolo de seguridad que cifra toda la información que se se envía por el aire, haciéndola invisible incluso si ésta es interceptada por un tercero.

Esto no les gusta en lo más mínimo a las agencias de inteligencia. No solo en Estados Unidos, sino alrededor del mundo.

Concretamente, no le gusta nada a los llamados “Five Eyes”, los cinco ojos que conforman las agencias de inteligencia. Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Países que constantemente presionan a las empresas como Facebook, Google y Apple ara que “no utilicen encriptación de extremo a extremo”.

Las declaraciones del nuevo Secretario de Interior de Reino Unido apuntan en esa línea. A través de una columna en The Daily Telegraph, Priti Patel acusó directamente a Facebook de frustrar la lucha contra el terrorismo y la pedofilia. La gigantesca red social planea extender el protocolo de protección de extremo a extremado a todos sus servicios de mensajería.

WhatsApp ya usa esta medida de seguridad (es el mensaje que todos vemos al iniciar un chat) y pronto lo harían Messenger y los mensajes directos (DM) de Instagram. La única forma de acceder a mensajes enviados en estas plataformas es mediante la intervención de un juez. Un protocolo que las agencias de inteligencia quieren eliminar.

Según informa el medio digital Político, la administración Trump planea prohibir por ley ciertas formas de encriptación.

En el pasado, la negativa de compañías tecnológicas a dar acceso a información de sus usuarios, generó grandes tensiones entre organismos del estado y Silicon Valley.

Un ejemplo de ello fue la negativa de Apple a desbloquear el iPhone de un terrorista a petición del FBI. Que al final terminado pagando miles de dólares a una empresa israelí para burlar la seguridad del dispositivo.

Las agencias plantean crear un “protocolo fantasma” para que la encriptación de extremo a extremo tenga “otro extremo”. En el cual están las instituciones y organismos de seguridad, listos para espiar.

Sin embargo, esta opción no deja de crear una vulnerabilidad e introduce riesgos innecesarios. Además de que pone en entredicho la integridad de las plataformas de mensajería y la privacidad e los usuarios.