KINSHASA.- Más de 500 personas murieron a causa del último brote de ébola en la República Democrática del Congo, pero un programa de vacunación ha evitado que la cifra se engrose en miles más, informó el Ministro de Salud del país.
«En total, hubo 502 muertes y 271 personas curadas», dijo un boletín del Ministerio de Salud publicado el viernes por la noche, informando sobre el brote en el este del país. Pero el ministro de Salud, Oly Ilunga Kalenga, declaró que, por primera vez, un programa de vacunación había protegido a 76.425 personas y evitado «miles» de muertes.
«Creo que hemos prevenido la propagación de la epidemia en las grandes ciudades» de la región, aseguró. «Los equipos también lograron contener la propagación de la epidemia a los países vecinos», agregó. «El mayor problema es la alta movilidad de la población», sugirió.
El brote comenzó en agosto pasado en la región de Kivu Norte, que limita con Uganda y Ruanda. El ala española de la agencia de ayuda Médicos Sin Fronteras (MSF) informó en Twitter el sábado que hubo un aumento en los casos desde el 15 de enero. Añadió que Ruanda, Uganda y Sudán del Sur están bajo alerta.
El ébola es una enfermedad infecciosa grave que se puede diseminar rápidamente a través de pequeñas cantidades de líquido corporal, causando sangrado interno y potencialmente la muerte. El último brote es el décimo en la República Democrática del Congo desde que se detectó el ébola en 1976.
Según el informe de la OMS, el brote mortal es el segundo más grande en la historia, detrás del devastador en África Occidental que mató a miles de personas hace algunos años. La situación de seguridad en el este del país, donde los opositores armados han aterrorizado a la población durante años, ha dificultado el tratamiento de la enfermedad.