ÁMSTERDAM.- Un total de 267 personas abandonan la religión cristiana por día en Holanda, comunicó la Oficina de Planificación Social y Cultural (SCP) en un reciente informe. Esta cifra equivale a un total de 100.000 cristianos al año que dejan de practicar su religión.
El estudio determinó que la población holandesa pierde de manera periódica su interés por ir realizar actividades eclesiásticas, por lo que especificó que «las iglesias están perdiendo su autoridad, su poder vinculante y su popularidad».
Del año 2002 al 2016 se registró una gran caída entre los fieles. Mientras que a principios de década un 43% de los holandeses se autodenominaba como católico, ortodoxo y protestante, en el 2016 el porcentaje disminuyó al 31%.
En el caso de los habitantes más jóvenes se da una situación particular: si bien el número se redujo a más de la mitad, del 18 al 6%, quienes deciden permanecer dentro de la religión están más motivados.
«La juventud en su totalidad va menos a la iglesia, pero los que permanecen, están más motivados y son más fieles. La educación religiosa se ha vuelto más abierta, la elección se deja en manos de los propios niños«, explicó el sociólogo holandés Joep de Hart, autor del informe Cristianos en Holanda.
En la misma línea explicó que los jóvenes suelen ser más conservadores que los ancianos cristianos, porque atraviesan una edad donde necesitan sentir seguridad y pertenencia a un grupo.
A pesar de esta baja, la iglesia cumple un rol importante en este país: actualmente hay un millón de inmigrantes cristianos viviendo en Holanda, quienes además de formar parte de una importante comunidad de fe cristiana, reciben ayuda de las iglesias para integrarse, como por ejemplo clases de idiomas y asistencia con solicitudes de empleo.