La guerra comercial afecta la vida de norteamericanos

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WASHINGTON.- Un gran número de firmas en Estados Unidos se está preparando para un incremento en los precios, tras la publicación de los resultados del segundo trimestre del año, en un intento por proteger sus márgenes frente a la escalada de los precios del acero y el aluminio que aumentó los costos de fabricación de los productos.

James Quincey, director ejecutivo de Coca-Cola, aseguró que esto es “perturbador, para nosotros y para nuestros clientes” pero es “necesario” justifico el empresario de multinacional que aumentó sus precios al inicio de este mes, después de que comenzaran a regir los nuevos aranceles de 25% y 10% en las importaciones de acero y aluminio, impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Según el ejecutivo, esos aranceles afectan de manera directa el embotellamiento de las bebidas que utiliza plástico y resina, además de encarecer los costos del transporte.

Deborah Thomas, directora financiera de Hasbro, señaló que “a corto plazo, va a haber cierto impacto para los consumidores”. La empresa que se dedica a la fabricación de juegos de mesa está en conversaciones con sus proveedores y distribuidores sobre un aumento de precios que podría producirse durante las fiestas de fin de año, cuando la empresa experimenta su mejor época en ventas.

A pesar de que en marzo, Wilbur Ross, secretario de Comercio, había asegurado que los consumidores no iban a percibir la entrada en vigor del gravamen al aluminio, esto demuestra todo lo contrario.

Grandes automotrices como: General Motors, Ford, Fiat Chrysler, revisaron sus bajas expectativas para el 2018 citando los nuevos aranceles, en la peor sesión bursátil de sus acciones desde la banca rota de GM y de Fiat Chrysler en 2009.

Las medidas proteccionistas, cada vez más agresivas, adoptadas por Estados Unidos y las represalias en respuesta de otros países, protegen a muy pocos sectores y causan daños a las zonas rurales de este país. Donald Trump acaba de anunciar un plan de emergencia de 12.000 millones de dólares para ayudar a los agricultores afectados por las medidas de represalia de China.