WASHINGTON.— Un adolescente de 14 años fue acusado este jueves de haber asesinado a cuatro personas en la escuela secundaria donde estudiaba, en el sur de Estados Unidos, mientras que su padre enfrenta cargos de homicidio involuntario, según informaron las autoridades locales. El joven está siendo imputado por cuatro cargos de homicidio agravado tras presuntamente haber matado el miércoles a dos compañeros de 14 años y a dos profesores en el instituto Apalachee, ubicado en Georgia.
Nueve personas, en su mayoría menores de edad, resultaron heridas durante el ataque y están en proceso de recuperación, informaron las autoridades. El padre del sospechoso, Colin Gray, de 54 años, fue arrestado y enfrenta cargos por homicidio involuntario, homicidio en segundo grado y crueldad contra menores. Este es el más reciente caso en el que un padre es procesado penalmente por las acciones de un menor en un tiroteo masivo en Estados Unidos.
Las acusaciones se deben a que Gray permitió conscientemente que su hijo tuviera acceso a un arma, según declaró Chris Hosey, director de la Oficina de Investigaciones de Georgia (GBI). CNN, citando fuentes anónimas, informó que el arma utilizada en el tiroteo fue un regalo del padre, aparentemente un rifle de asalto.
La GBI también indicó que el adolescente será juzgado como adulto y que comparecerá ante el tribunal el viernes, donde se espera que se presenten más cargos. La investigación sobre el tiroteo en la escuela Apalachee sigue en curso, y las autopsias de las cuatro víctimas se llevarán a cabo este jueves.
Los tiroteos escolares son frecuentes en Estados Unidos, donde la cantidad de armas supera a la población y las regulaciones para adquirir armas, incluidas las de estilo militar, son laxas. El debate sobre la responsabilidad de los padres en estos hechos, especialmente cuando están involucrados menores, ha crecido en los últimos meses.
El presidente Joe Biden, en declaraciones a la prensa este jueves, criticó la falta de medidas de seguridad en el hogar donde ocurrió el tiroteo, preguntándose cómo un arma de asalto podía estar al alcance de un menor. Biden insistió en que los padres deben ser responsables si permiten que sus hijos accedan a armas de fuego.
En abril, los padres de otro adolescente que mató a cuatro personas en un tiroteo escolar fueron condenados a entre 10 y 15 años de prisión, un caso sin precedentes en Estados Unidos. Jennifer y James Crumbley fueron los primeros padres en ser condenados por homicidio involuntario debido a las acciones de su hijo.
Aunque la mayoría de los votantes estadounidenses apoyan una regulación más estricta para la compra y uso de armas, un poderoso grupo de presión se opone a tales medidas, y el Congreso sigue sin llegar a un consenso.