BRUSELAS.— En un comunicado, el director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, señaló que se “espera que esa estimación aumente, conforme más países vayan reportando las muertes por el calor”. ‘El cambio climático ya nos está matando, pero una acción decidida ahora puede prevenir más muertes‘.
Los tres meses que duró el verano (de junio a agosto) fueron los más cálidos en Europa desde que se tienen registros, con unas temperaturas excepcionalmente altas que provocaron la peor sequía ocurrida en el continente desde la Edad Media.
Los cultivos europeos se marchitaron en los graneros y la falta de lluvias provocaron unos incendios de una intensidad récord y pusieron bajo presión las redes eléctrica del continente.
Las sucesivas olas de calor entre junio y julio, cuando el mercurio alcanzó los 40 °C en el Reino Unido por primera vez, dejaron en Europa un exceso de 24.000 defunciones, aproximadamente.