WASHINGTON.— Este miércoles se conocerá el dato del índice de precios al consumidor en Estados Unidos correspondientes al mes de julio. Se espera una alza del 8,7%, un dato menor que el 9,1% registrado en junio.
Esta ralentización en la subida de los precios podría tranquilizar a la Reserva Federal estadounidense (Fed) en su estrategia súper hawkish.
Este martes, el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos subieron mientras los inversores esperan los datos de inflación del miércoles que serán analizados en busca de nuevas pistas sobre la agresividad con la que la Reserva Federal elevará las tasas de interés.
Por su parte, los principales índices de bolsa en Estados Unidos y Europa llegan a zonas de resistencia en donde frenan el retroceso alcista, a la espera del dato de inflación estadounidense de este miércoles.
Para que las acciones cambien de dirección al alza, primero deben de romper por encima de las resistencias que las están deteniendo y para que eso suceda, debe entrar información nueva al mercado.
Este miércoles entonces con el dato del índice de precios al consumidor estadounidense se espera que la inflación haya subido un 0,2% durante julio, cuando la lectura anterior fue de un aumento del 1,3%. Por lo tanto, existe cierto optimismo en que los precios hayan llegado a su pico en la primera economía del mundo, evitando que la Reserva Federal continúe subiendo los tipos de interés agresivamente.
No obstante, hasta que no salga el dato de inflación, posiblemente los mercados de acciones no se muevan demasiado. Eso se debe a que los inversores no se van a arriesgar a abrir grandes posiciones antes de un dato tan importante, el cual podría ocasionar alta volatilidad en los mercados de llegar a salir muy por encima o incluso muy por debajo de lo esperado.