Ankara amplía operaciones militares en Siria

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ANKARA.- El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que iniciará una operación militar al este del río Éufrates, en el norte de Siria, «en unos pocos días».

La operación, anunciada el miércoles, podría complicar aún más las relaciones ya tensas con Estados Unidos, que tiene tropas estacionadas en el área, actualmente controlada por las fuerzas kurdas.

«Comenzaremos la operación para limpiar el este del Eufrates de los terroristas separatistas en unos días. Nuestro objetivo nunca son los soldados estadounidenses», anunció Erdogan en un discurso televisado en vivo. «Este paso permitirá abrir el camino hacia una solución política y una cooperación más saludable», agregó, a modo explicativo.

Estados Unidos apoya a las fuerzas kurdas al este del Éufrates, donde las Unidades de Protección Popular, o YPG, han estado combatiendo contra Estado Islámico. Turquía, sin embargo, considera a este grupo como una fuerza terrorista, por tener supuestos lazos con el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Recientemente, Ankara expresó nuevamente su frustración por lo que dice son demoras en la implementación de un acuerdo con Washington para sacar al YPG de la ciudad de Manbij, ubicada al oeste del Eufrates en las áreas controladas por el grupo. El mes pasado, Turquía dijo que quería que el acuerdo sobre Manbij se llevara a cabo en su totalidad a finales de año, seguido de patrullas conjuntas de las tropas turcas y estadounidenses en el norte de Siria.

En enero, Turquía y el Ejército Sirio Libre, un grupo de oposición armado respaldado por Ankara, lanzaron lo que se llamó el Escudo del Eufrates, en el distrito de Afrin, en el norte de Siria, en un intento por eliminar a los combatientes kurdos.

A medida que avanzó la guerra siria, la organización de las Fuerzas Democráticas Sirias, respaldada por Estados Unidos, ganó importantes cantidades de territorio en el este y el norte de Siria en su lucha contra el ISIS. Sin embargo, Turquía ve la expansión territorial como una amenaza, ya que ha luchado contra los separatistas kurdos que quieren un estado propio durante décadas.

El apoyo de Washington a este último grupo enfureció a Turquía y creó una crisis diplomática en curso entre los dos aliados de la OTAN. Esa relación se vio aún más dañada por el encarcelamiento por parte de Turquía de un pastor estadounidense, a quien ya liberó, y una respuesta tibia de Estados Unidos al asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul.