RIAD.—El Ministerio del Interior de Arabia Saudita informó sobre la ejecución de seis ciudadanos iraníes en Dammam, en el este del país, tras ser condenados por tráfico de drogas.
Aunque no se precisó la fecha exacta de las ejecuciones, el reino cerró 2024 con un total de al menos 306 personas ajusticiadas. Esta noticia provocó una inmediata reacción de Irán, que convocó al embajador saudí en Teherán para expresar su protesta.
Según el comunicado del ministerio, los seis ejecutados fueron hallados culpables de contrabandear hachís al territorio saudí. La medida, explicó la entidad, busca proteger a la población de los efectos negativos de las drogas y aplicar las penas más severas contempladas por la legislación a traficantes y contrabandistas.
También argumentó que los delitos relacionados con narcóticos merecen la pena de muerte debido al impacto negativo que causan en la sociedad, especialmente entre los jóvenes. El fallo fue ratificado por el Tribunal Supremo.
Arabia Saudita, un país conocido por su estricta aplicación de la ley islámica, ha intensificado las ejecuciones por delitos de drogas desde que en 2021 se levantó una moratoria sobre la pena capital para estos casos. La droga captagon, una anfetamina producida principalmente en Siria y Líbano, representa un desafío particular para el reino, que es uno de los principales mercados de esta sustancia según la ONU.
La respuesta de Teherán fue contundente, calificando las ejecuciones como «inaceptables» y una violación de las normas internacionales. Mientras tanto, se informó que la última ejecución registrada en 2024 ocurrió el 22 de diciembre en Riad, cuando dos saudíes fueron ajusticiados por cargos de terrorismo, traición y posesión ilegal de armas.
