Arrecian las protestas sindicales en EEUU

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WASHINGTON.— El sindicato del sector automotor de Estados Unidos, UAW, anuncia una prolongación adicional de su huelga, esta vez afectando a una importante planta de General Motors (GM) en Arlington, Texas, justificando que los beneficios de la empresa respaldan la necesidad de que los empleados reciban una participación justa.

La decisión de United Auto Workers amplía la huelga, que ya ha durado casi seis semanas, a la planta de ensamblaje de GM en Arlington, Texas, afectando a 5.000 trabajadores adicionales. Esto sucede después de que GM informara resultados financieros que superaron las expectativas del tercer trimestre del año.

Esta medida se produce un día después de que se ampliara la huelga a una planta significativa de su competidora Stellantis.

Los trabajadores están solicitando mejoras salariales acordes con el desempeño financiero de las tres principales empresas del sector en Estados Unidos: GM, Ford y Stellantis.

GM anunció el martes que reportó una ganancia neta por acción de 2,28 dólares en el tercer trimestre, superando el consenso de los analistas que preveían 1,87 dólares. Aunque la ganancia neta cayó un 7,3% en comparación con el año anterior, alcanzó los 3.060 millones de dólares. La facturación aumentó un 5,4% interanual, llegando a 44.130 millones de dólares.

«Otro trimestre récord, otro año récord. Como lo hemos afirmado durante meses: ganancias récord exigen acuerdos récord», comentó Shawn Fain, presidente de UAW, en un comunicado tras conocerse los resultados.

Según UAW, esta huelga ahora afecta a «la planta más importante y lucrativa de GM«.

GM expresó su decepción por la escalada de esta huelga y la consideró inútil e irresponsable, señalando que afecta negativamente a sus empleados, así como a los concesionarios, proveedores y comunidades que dependen de la empresa. La empresa defendió su última oferta presentada al sindicato la semana pasada, destacando que ya había aumentado de manera significativa y histórica, aproximadamente un 25%.

La empresa insta a poner fin a este proceso y llegar a un acuerdo. El lunes, 6.800 trabajadores en una fábrica de camionetas RAM de Stellantis, ubicada en Sterling Heights, también se unieron a la suspensión de labores. Esta es la planta más grande y lucrativa del grupo.

El sindicato UAW cuenta con un total de 146.000 miembros, distribuidos entre las tres principales empresas de Detroit, que enfrentan por primera vez una huelga simultánea. De estos trabajadores sindicalizados, más de 45.000 permanecen en huelga. En total, 8 plantas de montaje y 38 centros de distribución de autopartes se ven afectados en 22 estados de EE. UU.

Las negociaciones se centran en acuerdos colectivos a cuatro años, que incluyen temas como las pensiones y medidas para ajustar los ingresos al cambio en el costo de vida.