CANBERRA.— Este martes, Australia anunció un ambicioso plan a diez años para duplicar el número de grandes buques de guerra en su flota, con una inversión adicional de 7.000 millones de dólares.
Este proyecto refuerza la carrera armamentística en la región de Asia-Pacífico, llevando a la Marina australiana de once a 26 grandes buques de combate en una década, marcando la mayor flota desde el final de la Segunda Guerra Mundial, según el ministro de Defensa, Richard Marles.
El país oceánico tiene previsto construir seis fragatas del tipo Hunter, once fragatas de uso general y seis buques de guerra de última generación que no requerirán tripulación. Algunos de estos barcos estarán equipados con misiles Tomahawk, capaces de realizar ataques de largo alcance contra objetivos en territorio enemigo.
Este ambicioso plan responde al notable fortalecimiento de las capacidades militares de rivales regionales como China y Rusia, generando tensiones entre Estados Unidos y sus aliados ante la creciente beligerancia de estos gobiernos. Como parte de esta estrategia, Australia aumentará su gasto en defensa al 2,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
La construcción de algunos buques se llevará a cabo en Australia, generando más de 3.000 empleos, mientras que otros serán encargados a Estados Unidos, España, Alemania, Corea del Sur y Japón. Este plan busca fortalecer la capacidad de defensa de Australia y mantener una presencia estratégica en la región, en medio de los desafíos geopolíticos emergentes.