Avanza la erradicación del opio en Afganistán

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KABUL.— En los cielos de Afganistán, la lucha contra el opio ha sido un éxito, pero en las tierras donde crecen las adormideras, los agricultores resisten ante las unidades antidrogas talibanas, a menudo pagando con sus vidas.

Afganistán solía liderar la producción mundial de opio, pero tras la prohibición del cultivo de adormideras por parte de los talibanes en 2022, la producción cayó drásticamente, según datos de la UNODC.

Aunque este resultado fue celebrado internacionalmente como un logro en la lucha contra las drogas, tuvo un impacto devastador en los agricultores, cuyos ingresos se desplomaron. Recientemente, se han reportado enfrentamientos entre campesinos y unidades antinarcóticas en la provincia de Badajshán, con pérdidas de vidas humanas.

No todos los agricultores pueden cambiar a otros cultivos, y algunos acusan discriminación por parte de las autoridades talibanas. Se han denunciado abusos por parte de las fuerzas de seguridad durante las operaciones de erradicación de cultivos. Los habitantes de la región se quejan de la violencia y la falta de respeto por parte de los talibanes.

Los habitantes de Badajshán, una provincia remota con condiciones climáticas extremas, dependen en gran medida del cultivo de adormideras para su sustento.

El aumento de los precios del opio ha generado tensiones y conflictos, destacando la necesidad de encontrar alternativas económicas para los agricultores. Aunque las patatas y las alubias podrían ser opciones viables, el gobierno talibán insiste en que la comunidad internacional debe ofrecer soluciones alternativas.