RÍO DE JANEIRO.- La investigación realizada por la División de Homicidios en Río de Janeiro aseguró este viernes que las balas con las que acribillaron a la concejal y defensora de los derechos humanos Marielle Franco pertenencian a un lote de municiones vendido a la Policía Federal de Brasilia por la empresa CBC el 29 de diciembre de 2006.
Los casquillos que fueron hallados en la escena del crimen la noche del miércoles pasado, son de 9 milímetros. Marielle Franco fue ejecutada de 4 balazos en la cabeza y sus atacantes no robaron nada.
Según un informe presentado en conjunto por los medios nacionales Globo y RJTV asegura que la misma munición fue usada en la “matanza de Osasco”, registrada en Sao Paulo en 2015 donde fueron asesinadas 17 personas, por este hecho ya fueron condenados tres policías y un guardia civil.
Raul Jungmann, ministro de Seguridad Pública de Brasil, explicó que estas balas habían sido robadas “hacia unos años” a la Policía Federal cuando unos delincuentes asaltaron una agencia de correos en el estado de Paraíba. Jungmann aseguró que la policía “ya abrió más de 50 investigaciones por esa munición desviada. Por eso yo creo que esos casquillos encontrados en la escena del crimen fueron efectivamente robadas”.
Marielle Franco era una energética crítica de la violencia policial, se opuso a la militarización de Río de Janeiro, y asumió el cargo de relatora de Comision de la Cámara de Concejales de Río, su función era vigilar la actuación de la tropas a cargo de la intervención militar en está ciudad. Franco se suma a la lista de 36 concejales que han sido asesinados en Brasil desde enero de 2016.
