BEIRUT.- El Líbano acordó un proceso para resolver una disputa marítima con Israel a condición de que las negociaciones se celebren bajo la supervisión de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (UNIFIL).
Israel, históricamente crítico con el papel de UNIFIL en el Líbano, aceptó a regañadientes la condición siempre que Estados Unidos, su principal aliado internacional, también esté involucrado. Los detalles sobre el papel preciso que desempeñarán ambos aún se están elaborando, dijeron funcionarios libaneses.
Estados Unidos ha estado mediando entre Israel y el Líbano sobre el tema desde 2011 y el último avance se atribuye a la diplomacia del transbordador de David Satterfield, subsecretario de Estados Unidos para Medio Oriente.
Una vez que se establezca el marco para las conversaciones, el Líbano e Israel se sentarán para presentar sus reclamos respectivos sobre 860 kilómetros cuadrados de aguas en disputa ricas en hidrocarburos, frente a la costa del sur del Líbano. Al menos dos campos de gas han sido descubiertos en el parche en los últimos años.
El Líbano ha tenido durante mucho tiempo la preocupación de que Israel pueda impedirle explorar los bloques en disputa. Beirut ya ha adjudicado sus primeros contratos de exploración a un consorcio de empresas francesas, italianas y rusas que se espera que comiencen a trabajar a fines de este año.
Sin embargo, también ha acusado a Israel de aceptar ofertas de compañías para explorar recursos en las aguas en disputa y le advirtió que no lo haga.
Yassine Jaber, un parlamentario libanés del Movimiento Amal, un partido político y aliado chiíta de Hezbolá, dijo que el Líbano quería la presencia de la ONU como «un árbitro honesto» para ayudar a resolver la disputa.
«Los israelíes no querían que la ONU fuera parte de la negociación marítima por mucho tiempo», sostuvo. «Pero ahora, los estadounidenses nos dijeron que sí y eso es un cambio positivo», agregó.
La exploración de hidrocarburos y cualquier eventual extracción de recursos podrían ayudar a la economía en crisis del Líbano y proporcionar un impulso inmediato a las empresas en el sur del país, un bastión de apoyo para Hezbolá y Amal.