CIUDAD DE GUATEMALA.— El político socialdemócrata Bernardo Arévalo de León asumió la posición presidencial en Guatemala en la madrugada del lunes, después de una jornada tumultuosa en el Congreso y meses tras enfrentar desafíos judiciales relacionados con su compromiso de combatir la corrupción dentro de la élite política y económica del país.
Al ser investido por el presidente del nuevo Congreso, Samuel Pérez, miembro de su partido Movimiento Semilla, Arévalo de León juró solemnemente con la mano izquierda sobre la Constitución y la derecha alzada, declarando: «Sí, juro». Inmediatamente después, proclamó su firme rechazo al autoritarismo, destacando su compromiso con la democracia.
El nuevo presidente de Guatemala expresó su gratitud hacia el pueblo guatemalteco por su sabiduría, y elogió a instituciones como la Corte de Constitucionalidad y el Tribunal Supremo Electoral por salvaguardar el deseo soberano de vivir en democracia.
En su primer discurso como mandatario, Arévalo de León subrayó la composición histórica de su Gabinete, conformado por siete mujeres y siete hombres. Además, reiteró su compromiso con la igualdad de género y destacó la importancia de incluir a los migrantes en las decisiones futuras de la nación centroamericana.
Al recibir la banda presidencial de manos del presidente del Congreso, Samuel Pérez Álvarez, quien fue elegido también en el cargo ese domingo, Arévalo de León señaló la ausencia del mandatario saliente, Alejandro Giammattei, y destacó sus prioridades para los cuatro años de su mandato: educación, salud, medio ambiente y desarrollo de la población.
El nuevo líder también reconoció la significativa población guatemalteca en Estados Unidos y expresó su intención de integrar a los migrantes en las decisiones futuras del país. Según estimaciones oficiales, más de tres millones de guatemaltecos residen en Estados Unidos, la mayoría de manera irregular, y sus remesas sostienen a casi el 35% de la población.