WASHINGTON.— El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, volvió a hacer un llamado al Congreso para que prohíba los rifles de asalto después de que un hombre abriera fuego en un centro comercial en Texas, matando a ocho personas, incluidos niños.
El tiroteo ocurrió en el Allen Premium Outlets, un complejo comercial en la ciudad de Allen, a unos 40 kilómetros al norte de Dallas, que estaba lleno de gente haciendo compras. Un agente de policía que estaba en el lugar por otro caso escuchó los disparos alrededor de las 15H30 y se enfrentó al sospechoso, neutralizándolo.
El atacante vestía equipo paramilitar y portaba un rifle de asalto estilo AR-15 y cargadores adicionales. Seis personas perdieron la vida en el lugar y otras dos fallecieron en el hospital, incluyendo niños, según una nota de la Casa Blanca. Tres de los siete heridos requirieron cirugía de emergencia.
Este es el segundo tiroteo más mortífero del año en Estados Unidos, después del tiroteo de Monterey Park en California que dejó once muertos en enero.
En ese contexto, el presidente Joe Biden, partidario de leyes de porte de armas más estrictas, denunció los «actos de violencia sin sentido» en Texas y volvió a urgir al Congreso a tomar medidas.
Biden pidió al Congreso que le envíe un proyecto de ley que prohíba las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, promulgue verificaciones universales de antecedentes, exija almacenamiento seguro de las armas y ponga fin a la inmunidad para los fabricantes de armas.
«Lo promulgaré de inmediato«, aseguró. Sin embargo, es poco probable que su deseo tenga éxito porque los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes (baja), se oponen ferozmente a esas medidas.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, calificó el tiroteo como una «tragedia indescriptible». Abbott se negó a decidir si se debe considerar restringir la venta de armas o promulgar otras reformas, y enfatizó en la necesidad de abordar el problema de la salud mental y el aumento de la «ira y la violencia» en el país. Texas es uno de los estados más permisivos en materia de porte de armas.
Con más armas de fuego que habitantes, Estados Unidos tiene la mayor tasa de muertes por arma de fuego de todos los países desarrollados: 49.000 en 2021, frente a las 45.000 del año anterior.
El país ya ha sufrido 199 tiroteos masivos este año, según Gun Violence Archive, una organización no gubernamental que define un tiroteo masivo cuando cuatro o más personas resultan heridas o muertas. La situación ha llevado al presidente Biden a hacer un llamado urgente al Congreso para que tome medidas y promulgue leyes de seguridad de armas más estrictas.