LA PAZ.- El gobierno de Bolivia se comprometió a retomar sus “estándares de calidad” en el control del cultivo de hojas de coca para evitar su expansión, luego de que la ONU reportara un aumento del 15% en esas plantaciones en 2020.
El Gobierno de Luis Arce culpó del aumento de los cultivos ilícitos a la administración transitoria de Jeanine Áñez.
El “informe de Monitoreo de Cultivos de Coca en Bolivia 2020”, elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODOC) con financiación de la Unión Europea (UE), reveló que las plantaciones de hojas de coca en el país pasaron de 25.500 hectáreas en 2019 a 29.400 hectáreas el año pasado.
El documento fue presentado por el organismo ante los ministros de Exteriores, Rogelio Mayta, y de Interior, Eduardo Del Castillo, y el jefe de Cooperación de la UE en Bolivia, Emanuel Amaral.
Thierry Rostan, representante de la UNODOC en Bolivia, detalló que a partir de 2011 se registró una “tendencia decreciente” de la superficie cultivada en Bolivia hasta alcanzar 20.200 hectáreas en 2015, mientras que desde 2016 hubo “variación de tendencias” hasta llegar al incremento de 2020.
Del Castillo no dudó en responsabilizar al gobierno interino de Áñez, al que acusó de “no tener voluntad de realizar de manera efectiva las tareas de erradicación de cultivos de coca” y calificó de “falacia” que se atribuya los resultados bajos a las restricciones por la pandemia de COVID-19.