LONDRES.— Boris Johnson anunció que dejará su cargo del primer ministro británico y el líder del Partido Conservador en medio de la crisis gubernamental que vive el país.
«Es evidente, ya que el Partido Conservador quiere un nuevo líder y un nuevo primer ministro. Estoy de acuerdo con que el proceso de elección del nuevo líder conservador debe empezar ahora», dijo Johnson en una alocución televisada.
El jefe de Gobierno aseguró que seguirá en su cargo hasta la elección de un nuevo primer ministro. «La próxima semana se fijarán las fechas del proceso», señaló.
También prometió apoyar a su futuro sucesor «en la medida de lo posible«. Johnson lamentó también que tenga que dejar «el mejor trabajo del mundo. Posteriormente, agradeció a la población británica por otorgarle el «enorme privilegio» de dirigir el país.
Johnson, en el cargo desde julio de 2019, deja al país en una profunda crisis económica con la mayor inflación registrada desde 1982. Antes de la intervención del primer ministro, desde el opositor Partido Laborista calificaron de «profundo» el daño que ha causado el Partido Conservador al país en sus 12 años en el poder.
«Doce años de estancamiento económico, doce años de servicios públicos en declive, doce años de promesas vacías», apuntó Keir Starmer, líder laborista, en las redes sociales. El diario Evening Standard había comunicado previamente que Johnson ha aceptado dimitir tras hablar con Graham Brady, presidente del Comité Directivo del Partido Conservador británico.
«Boris Johnson ha hablado con Graham Brady, presidente del comité de dirección del Partido Conservador del Reino Unido [el llamado Comité 1922] y ha aceptado dimitir», informa la publicación.
En su breve discurso, Johnson agradeció a todos los votantes británicos que le dieron su apoyo en los comicios generales de 2019 y lamentó no poder cumplir con sus promesas electorales.
Johnson, que había ganado con mayoría las elecciones generales de 2019, aceptó presentar la dimisión después de que más de 50 miembros de su Ejecutivo renunciasen en protesta con su gestión y los escándalos que han salpicado al «premier» en los últimos meses.