Boris Johnson irá a moción de censura partidista

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Reino Unido

LONDRES.— El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, debilitado por el escándalo de las fiestas en Downing Street durante los confinamientos, será sometido este lunes a un voto de confianza de los diputados de su propia esfera, el Partido Conservador.

El presidente del llamado Comité 1922 (que agrupa a los diputados conservadores sin cartera), Graham Brady, confirmó que un número suficiente de parlamentarios han solicitado la votación.

Brady señaló a través de un comunicado que se logró el umbral del 15% de los parlamentarios que buscan un voto de confianza. En concreto, se han obtenido 54 cartas. «Según las reglas, se realizará una votación entre las 18:00 y las 20:00 horas de este lunes 6 de junio», agregó. «Los votos serán contados inmediatamente«, precisó el presidente del comité conservador.

Para permanecer en su puesto, Johnson necesita recabar el apoyo de la menos el 50% de los diputados ‘tories’ más uno.

Los miembros del Partido Conservador en la Cámara de los Comunes son 359, por lo que Johnson tiene que conseguir al menos 180 apoyos esta tarde. «Si los consigue, en teoría estaría a salvo durante un año, aunque las reglas puedes cambiar», reportó temprano este lunes el el diario local The Guardian.

La moción de censura se va a celebrar casi dos semanas después de que se publicara el informe sobre las fiestas en Downing Street durante la pandemia, un texto de la vicesecretaria de la Oficina del Gabinete del Primer Ministro, Sue Gray, en el que se pedían responsabilidades a Johnson.

 Si bien el primer ministro volvió a pedir disculpas al Parlamento y a la ciudadanía en un intento por frenar una rebelión dentro de su formación política, el contenido del informe no pude contener la tormenta política. En las 37 páginas del documento, Gray, sin nombramientos directos al primer ministro, explica que “mucha gente estará conmocionada ante la escala del comportamiento que tuvo lugar en el mismo corazón del Gobierno”.

El informe agrega que “los líderes de más alto nivel, tanto política como administrativamente, deben asumir la responsabilidad por esta cultura de alcohol y fiestas”.