MADRID.- El actual ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, confirmó que su oposición al independentismo catalán pasará a ser una postura personal a penas esté al frente de la diplomacia europea.
«Parte de la responsabilidad de Exteriores de un país es defenderlo de las acusaciones que se vierten sobre él. Si vienen de dentro de España es peor y me ha tocado hacerlo como ministro, pero como alto representante de la Unión Europea será una cuestión marginal«, explicó en una entrevista con Radio Nacional de España (RNE).
En la misma oportunidad reconoció que dedicó gran parte de su gestión a solucionar la cuestión con Cataluña, pero insistió nuevamente en que se trata de un problema interno de España el cual deberá resolver sola.
En paralelo, se mostró muy feliz por el cargo a ocupar en la Unión Europea (UE) y afirmó que es solo un claro ejemplo de como la influencia de su país crece cada vez más: «No se puede minusvalorar salvo que nos dediquemos al típico ejercicio masoquista español de minusvalorar nuestros éxitos y la importancia de las cosas que se consiguen», coronó.
Josep Borrell fue elegido como alto representante para la Política Exterior. A partir del mes de noviembre pasará a ocupar el cargo de Federica Mogherini y ejercerá también como vicepresidente de la Comisión Europea y el Consejo Europeo.
«España ha vuelto. Hemos propiciado la llegada de una persona acreditada, y con experiencia, al frente de un puesto vital para la política exterior y de defensa común», felicitó Pedro Sánchez, presidente de España, mediante el periódico El País.
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El mandatario adelantó que entre las prioridades de la gestión del nuevo diplomático estará la lucha contra la inmigración ilegal, la ayuda humanitaria y el crecimiento de las políticas de defensa. De todas maneras, Borrell, por su parte se limitó a decir que se siente “muy honrado” por la elección, pero no quiso enumerar sus planes futuros como jefe.