BRASILIA.— El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil aseguró que el Gobierno es contrario a las sanciones unilaterales y selectivas, en referencia a las medidas adoptadas por diversos países contra Rusia por su operación militar en Ucrania.
“Brasil no está de acuerdo con la aplicación de sanciones unilaterales y selectivas; esas medidas, además de ilegales ante el derecho internacional, preservan concretamente los intereses de algunos países, como el abastecimiento de petróleo y gas de las naciones europeas”, criticó el ministro.
Franca agregó que las sanciones afectadas a productos esenciales para la supervivencia de gran parte de la población mundial y que el principal riesgo es que sus consecuencias recaerán, en un mediano plazo, más sobre el mundo en desarrollo que sobre la propia Rusia.
“Mientras tanto, los países desarrollados se resguardan de sus peores efectos”, expresó el canciller brasileño.
En esa misma línea se pronunció la ministra de Agricultura de Brasil, Tereza Cristina da Costa, quien pidió prudencia a los parlamentarios brasileños ante el temor a que el país se quede sin fertilizantes procedentes de Rusia; lo que podría tener un impacto negativo en el sector agrícola, uno de los pilares de la economía del gigante brasileña.
O Brasil é o maior importador mundial de fertilizantes. Diante do cenário da guerra entre Rússia (maior exportador de fertilizantes do mundo) e Ucrânia, estamos adotando a diplomacia dos insumos e mantendo abertos os canais de fornecimento internacional desses produtos. pic.twitter.com/Mu9rRo7d5v
— Tereza Cristina (@TerezaCrisMS) March 24, 2022
“Vamos a mantener mucha calma, mucha prudencia; tenemos que colocar las informaciones de forma muy correcta, para que el mercado, que está muy inestable, no aumento aún más, es inquietud”, dijo la ministra durante la audiencia en el Senado.
La ministra aseguró que la agricultura brasileña ya trabaja con varias alternativas para que no haya desabastecimiento en los períodos de plantación y cosecha.
La ministra también aprovechó su alocución para descartar el riesgo de desabastecimiento de trigo, porque la mayoría de lo que importa Brasil procede de Argentina.