BRASILIA.— Jair Bolsonaro acusó a Alexandre de Moraes, uno de los 11 jueces de la corte, de faltar el respeto a la Constitución y a sus derechos fundamentales por liderar una investigación en curso sobre la difusión de información errónea; ya sea por su plazo “exagerado” o por la “ausencia de ilícitos”, según un comunicado publicado el martes por la noche por un líder del Congreso del Gobierno.
El juez Dias Toffoli, el relator del caso, rechazó la denuncia el miércoles, citando una falta de evidencia de alguna irregularidad por parte de su colega.
Moraes, quien fuera fiscal y jefe de seguridad del estado de São Paulo, precide desde 2019 la llamada investigación Fake News, que examina ataques contra instituciones de Brasil y los miembros del Supremo Tribunal Federal. Bolsonaro regularmente alega que el tribunal está tratando de socavar su mandato e intensificó su discurso a medida que se acercan las elecciones presidenciales de octubre.
La investigación llegó al presidente de extrema derecha y sus aliados, dejando a algunos de ellos, tras las rejas, por presuntamente difundir falsedades sobre la integridad del sistema de votación electrónica del país y participar en actos antidemocráticos.
En marzo, Moraes prohibió brevemente el servicio de mensajería Telegram por no cumplir con mandatos judiciales que ordenaban dar de baja las cuentas de un destacado partidario del presidente que fue acusado de difundir información falsa.
Antes de la decisión de Toffoli, Moraes ya había recibido el respaldo del titular del tribunal, el magistrado Luiz Fux, quien dijo el miércoles temprano en un evento en Brasilia que su colega “ha estado realizando su trabajo con extrema seriedad y competencia”.
La medida de Bolsonaro lo ayuda a reunir a su base electoral, según Deysi Cioccari, profesora de ciencias políticas de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo.
“El discurso antiinstitucional funciona muy bien para su electorado”, dijo Cioccari. “Su único objetivo es desgastar al Supremo Tribunal y asegurar que las elecciones, gane quien gane, sirvan a sus propósitos”.
Bolsonaro, que va atrás en las encuestas, endureció las críticas a Moraes en los últimos días, repitiendo denuncias sin fundamento sobre que las próximas elecciones pueden ser robadas. Los ataques han causado preocupación entre la oposición política y la máxima autoridad electoral del país de que el presidente esté sembrando las semillas para unas elecciones disputadas.
Moraes asumirá el mando del tribunal electoral en septiembre, solo un mes antes de que los brasileños acudan a las urnas. El año pasado, Bolsonaro intentó destituir a Moraes, pero su solicitud fue rechazada por el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco.