TEHERÁN.- Irán se ha mantenido dentro de los límites de sus actividades nucleares, impuestos por su acuerdo de 2015 con las potencias mundiales, a pesar de la creciente presión de las nuevas sanciones de Estados Unidos, según el organismo de control nuclear de la ONU.
En un informe trimestral distribuido a los estados miembros el viernes, el Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA) dijo que la República Islámica se había mantenido dentro de los límites de sus niveles de enriquecimiento de uranio y las reservas de uranio enriquecido como parte del acuerdo firmado en Viena en 2015.
De acuerdo con el informe, los inspectores del IAEA responsables de vigilar esas restricciones nucleares también tuvieron acceso a todos los sitios en el país que requieren una visita para verificar el cumplimiento continuo del acuerdo por parte de Irán.
En virtud del acuerdo, originalmente negociado entre Estados Unidos, Irán, el Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia, China y la Unión Europea, Teherán acordó reducir su programa de enriquecimiento de uranio y se comprometió a no desarrollar armas nucleares a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales a su economía.
El IAEA, con sede en Viena, ha confirmado repetidamente el cumplimiento de Irán con el acuerdo, también conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA). La República Islámica, por su parte, ha dicho durante mucho tiempo que quiere la energía nuclear solo para los propósitos de la energía civil.
El informe del viernes se produjo en un contexto de mayores esfuerzos por parte de Washington para presionar a los países europeos para que abandonen el JCPOA, tras la decisión del presidente estadounidense Donald Trump en mayo de retirarse del pacto y volver a imponer las sanciones a Teherán.
Sin embargo, los propios jefes de inteligencia de Trump lo han contradicho con respecto a la cuestión de la adhesión de Irán al acuerdo. El mes pasado, la directora de la CIA, Gina Haspel, dijo en una audiencia en el Senado de Estados Unidos que Irán estaba «técnicamente» en cumplimiento con el JCPOA.
Las tensiones entre Washington y Teherán, enemigos desde la revolución iraní de 1979, se han intensificado desde la retirada de Estados Unidos del pacto nuclear, y ambas administraciones dirigen rutinariamente una retórica hostil entre sí.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo el sábado que «ha llegado el momento» de que Reino Unido, Francia y Alemania abandonen el acuerdo y apoyen los esfuerzos de Washington por «ejercer la presión económica y diplomática necesaria para dar al pueblo iraní, la región y el mundo la paz, la seguridad y la libertad que merecen».
Londres, París y Berlín hasta ahora no han mostrado inclinación alguna por abandonar el acuerdo, y en su lugar, han tratado de proporcionar a Teherán incentivos económicos suficientes para que funcione. El mes pasado, los tres países, en su intento de mantener el acuerdo con vida, anunciaron la formación de un vehículo especial de pagos, llamado INSTEX, para eludir las sanciones de Estados Unidos a Irán. Rusia y China también han mantenido su compromiso público con el acuerdo existente.