PEKÍN.- La Comisión Nacional de Salud reportó cuatro nuevos casos este viernes, todos contagios locales en la provincia de Jilin, en el noreste del país, donde se ha detectado un brote de origen incierto en los últimos días.
Solo 91 personas siguen en tratamiento por COVID-19 y otras 623 están bajo aislamiento y supervisión por ser casos sospechosos o por haber dado positivo sin mostrar síntomas, incluidos 11 que se acaban de detectar.
En total, el gigante asiático ha registrado 4.633 decesos entre 82.933 casos de desde que se detectó el patógeno a finales del año pasado en la ciudad Wuhan, en el centro del país. La última vez que la comisión informó una muerte fue el 14 de abril.
China ha mantenido el distanciamiento social y las restricciones a los viajeros internacionales, pero ha empezado a permitir que tanto fábricas grandes como pequeños negocios reanuden la producción y los tratos con clientes, bajo un sistema de testeo masivo llamado “la nueva normalidad”.
Hubei, epicentro de la pandemia, al norte de China ha sido el punto más problemático para las autoridades locales, que se vieron obligadas a cerrar la frontera con Rusia después de detectar un goteo de ciudadanos chinos infectados procedentes de territorio ruso.
Este jueves, Donald Trump renovó sus amenazas contra China, en el marco de una alta tensión entre potencias por el coronavirus, y amenazó con cortar “toda relación” económica con el país como castigo a Pekín por retener la información sobre el COVID-19, como sostiene la Casa Blanca.
Cabe destacar que ambos países firmaron en enero un acuerdo comercial, Fase 1, que ahora quedó en tela de juicio por las acusaciones cruzadas.