BOGOTÁ.— La violencia en el suroccidente de Colombia vuelve a golpear con fuerza. La explosión de un coche bomba cerca de una de las instalaciones militares más importantes de Cali se suma a una cadena de atentados registrados en los últimos meses, elevando la preocupación por la seguridad y obligando al Gobierno a activar medidas urgentes de protección.
El presidente Gustavo Petro detalló que el ataque dejó un saldo de cinco muertos y 14 heridos, todos ellos civiles. “Hasta donde tengo información, no hay personal militar entre las víctimas”, aseguró el mandatario en un evento sobre reforma agraria en el departamento del Cesar.
Durante su intervención, Petro adelantó que se convocará un consejo extraordinario de seguridad en la ciudad para coordinar la respuesta institucional.
La magnitud del hecho pone de relieve la vulnerabilidad de Cali frente a la ofensiva de grupos armados que operan en la región.
Antecedentes de ataques recientes en Cali
La capital del Valle del Cauca ha sido escenario de varios atentados en las últimas semanas. El pasado 10 de junio, explosivos en barrios como Meléndez, Manuela Beltrán y Los Mangos dejaron al menos una víctima mortal y decenas de heridos.
Estos hechos, atribuidos a disidencias de las FARC, confirman una escalada de violencia en la región, donde se han utilizado no solo coches bomba, sino también drones y motobombas.
Durante una visita a Cesar, el presidente Petro confirmó que la explosión de un coche bomba cerca de la base aérea de Cali ha dejado cinco civiles muertos y 14 heridos, un episodio que se enmarca en una serie de atentados recientes que golpean la ciudad.

