LA HABANA.- Cuba supendió la emisión de licencias para el sector privado en agosto de 2017, mientras buscaba la manera de mejorar lo que el Gobierno cubano prefiera llamar el “sector de autoempleo”.
Las nuevas modificaciones obedecen a cambios estructurales para evitar la “concetracion de riqueza” (dueños con varios negocios), la cual está prohibida en la Isla, aseguró Marta Elena Feitó, viceministra de Trabajo y Seguridad Social.
Las nuevas regulaciones son el primer anuncio de gran importancia en esta materia desde que Miguel Díaz-Canel asumió como presidente del país, luego de la renuncia del ex líder cubano, Raúl Castro, aunque la política de los denominados «cuentapropistas» había estado en revisión mucho antes de abril.
Feitó señaló que se retomará el otorgamiento de licencias para el arrendamiento de viviendas y la apertura de restaurantes conocidos como «Paladares» o cafeterías, así como prestar servicios de construcción, permisos que habían estado suspendidos temporalmente, pero solo una licencia por persona.
El crecimiento económico de Cuba se ha visto afectado por múltiples factores: como la disminución de los subsidios de su aliado Venezuela, las restricciones cada vez más combativas por parte de Washington, la caída de las exportaciones y el flagelo de soportar la crueldad las duras condiciones del clima que ha destruido gran parte de la Isla.
El Gobierno cubano se queja de que los empresarios privados evaden impuestos y compran productos en el mercado negro. La cifra de cubanos que trabajan en el “autoempleo” casi se ha cuadruplicado llegando a 591.456 personas -cerca del 13% de la fuerza laboral del país- desde que Castro lanzó un plan en el 2010.