ESTOCOLMO.- Representantes del gobierno de Yemen y rebeldes hutíes están asistiendo a las conversaciones patrocinadas por la ONU en Suecia por segundo día consecutivo, pero en su país, la coalición de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos ha continuado con ataques aéreos mortales.
El canal de noticias de Al-Masirah, afiliado a los hutíes, informó el viernes temprano que al menos tres ataques aéreos se dirigieron al distrito de al-Tahita de Hudaida, horas después de que representantes del gobierno yemení y los hutíes se reunieran para el primer día de conversaciones en Rimbo, un pueblo unos 50 kilómetros al norte de la capital sueca Estocolmo.
Según Al-Masirah, al menos 60 ataques aéreos se dirigieron a áreas controladas por hutíes durante las últimas 72 horas, y tres personas murieron.
Las agencias de ayuda han advertido durante mucho tiempo que los combates en Hudaida, línea de vida para millones de yemeníes, pueden agudizar la crisis humanitaria del país, donde cerca de la mitad de la población, unos 14 millones de personas, podrían estar pronto al borde de la hambruna.
El enviado especial de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, ha intentado introducir un conjunto de medidas de fomento de la confianza en las conversaciones que allanarán el camino para futuras negociaciones entre funcionarios del gobierno del presidente exiliado Abd-Rabbu Mansour Hadi y representantes del movimiento opositor.
No se espera que las partes en conflicto se encuentren cara a cara, pero las medidas de fomento de la confianza previstas incluirán la negociación de un alto el fuego en la ciudad portuaria de Hudaida, el canje de prisioneros a gran escala, la reapertura del aeropuerto internacional de Saná y el pago de salarios a los funcionarios públicos en las zonas controladas por el grupo hutí.
El gobierno de Yemen propuso reabrir el aeropuerto de Saná y el viernes dijo que una de las condiciones era que los aviones fueran inspeccionados en el aeropuerto de Aden o Seiyoun.
Durante las declaraciones de apertura en las conversaciones del jueves, el gobierno de Yemen dijo que firmó un intercambio de prisioneros a gran escala con los hutíes como parte de una «medida de fomento de la confianza». A principios de esta semana, los informes sugirieron que se podrían intercambiar hasta 2.000 fuerzas pro gubernamentales por 1.500 hutíes.
El avance se produjo un día después de que la alianza entre Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos permitiera que 50 rebeldes heridos fueran evacuados de Saná a Omán en un avión alquilado por la ONU para recibir tratamiento médico.
Hamza al-Kamali, miembro de la delegación del gobierno yemení en las conversaciones, dijo que mientras la prioridad de su administración es abordar la «grave situación humanitaria del país», la coalición planea continuar apuntando a las áreas controladas por hutíes, independientemente de los desarrollos ocurridos en las charlas.
«No creemos en una paz a corto plazo. Los hutíes usarán una tregua o una desescalada como táctica. Usarán el tiempo que estemos aquí para avanzar en el terreno. Es por eso que estamos comprometidos», aseguró al-Kamali. «Los ataques aéreos son tácticas defensivas para evitar que los hutíes transfieran armas de un área a otra», agregó.