AMÁN.- La promesa de un paquete de ayuda de 2.500 millones de dólares es más simbolismo y solidaridad moral que una solución tangible a la crisis económica del país, según varios funcionarios y exfuncionarios jordanos.
Los analistas dicen que el paquete de ayuda, ofrecido por Kuwait, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, solo podría proporcionar a Jordania un apoyo presupuestario directo anual estimado de entre 150 y 300 millones durante un período de cinco años, sin alcanzar las necesidades inmediatas de la nación del Medio Oriente para equilibrar su presupuesto. Un pago único de entre 500 y 1.000 millones de dólares se destinará a un depósito directo al Banco Central de Jordania y el Banco Mundial.
El último paquete de ayuda parece haber decepcionado a los funcionarios jordanos y al público, que esperaban una oferta mucho más grande, similar a la otorgada por las naciones del Golfo entre 2011 y 2017. Jawad Anani, exviceprimer ministro de Jordania para asuntos económicos en el gobierno anterior, dijo que los detalles del paquete de ayuda eran «vagos». «Conlleva más peso simbólico a Jordania que soluciones económicas tangibles a su crisis actual», dijo Anani, quien actualmente preside la bolsa de valores de Amán.
Este acuerdo, según los analistas, coloca al país en un estado de fluctuación porque no atiende su necesidad inmediata de una inyección de efectivo para cubrir el déficit presupuestario de más de 1.000 millones de dólares. La deuda de Jordania ahora ha alcanzado los 38.000 millones de dólares y la relación entre lo que debe y su PBI se encuentra actualmente en un récord del 96 por ciento. Uno de los principales problemas que afectan las finanzas de Jordania son los pagos por el servicio de su deuda, que en 2017 ascendió al 21 por ciento de los ingresos totales, o alrededor de 2.000 millones, según cifras oficiales.