LA HABANA.—El gobierno de Cuba ha anunciado un incremento significativo en el precio de la gasolina, que entrará en vigencia a partir del 1 de febrero, con un aumento de más del 500 por ciento, como parte de medidas para abordar un importante déficit fiscal.
Según lo informado por el ministro de Finanzas y Precios, Vladímir Regueiro, el precio por litro de gasolina regular pasará de 25 pesos cubanos (equivalentes a 0,20 centavos de dólar) a 132 pesos cubanos (equivalente a 1,10 dólares), representando un aumento del 528 por ciento.
De manera similar, el precio de la gasolina especial subirá de 30 pesos cubanos (0,25 centavos de dólar) a 156 pesos cubanos (1,30 dólares), lo que refleja un incremento del 520, por ciento.
Además, se estableció que los turistas extranjeros deberán pagar el combustible en moneda extranjera.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, explicó en el programa televisivo que este aumento tiene como objetivo asegurar el suministro de combustible y mantener su disponibilidad en el país.
Junto con este ajuste en los precios de los combustibles, se anunció un aumento del 25 por ciento en la tarifa eléctrica para los sectores de mayor consumo, que entrará en vigor el 1 de marzo. Se aseguró que, a pesar de este incremento, la tarifa eléctrica seguirá estando subsidiada para promover el ahorro energético.
Asimismo, se prevé un aumento en la factura del gas licuado como parte de estas medidas.
Estas decisiones se enmarcan en un conjunto de acciones delineadas por el gobierno en diciembre para hacer frente a la crisis económica exacerbada por los impactos de la pandemia, las restricciones impuestas por Estados Unidos y las dificultades internas en la economía cubana.
Las estimaciones oficiales muestran una contracción del 2 por ciento en la economía cubana en 2023, con una inflación del 30 por ciento, menor que el 39% registrado en 2022.
El gobierno también ha reconocido la insostenibilidad de mantener los precios subsidiados del combustible y ha justificado esta medida en la necesidad de equiparar los precios al contexto internacional y ajustarlos al ingreso local.
Sin embargo, analistas y economistas expresan su preocupación acerca del impacto que estas medidas tendrán en el ciudadano común, particularmente en relación con el costo de vida y el transporte público, que ya se encuentra limitado debido a la escasez de combustible y repuestos.
Cuba enfrenta una crisis prolongada de suministro de combustibles, agravada por diversas circunstancias, incluyendo dificultades con proveedores como Venezuela, su principal suministrador de petróleo, y otros países como México y Rusia, que han intentado mitigar el déficit de la isla.