DAMASCO — El gobierno de Siria ordenó custodiar con soldados una fosa común utilizada para ocultar atrocidades durante el régimen de Bashar al-Assad y abrió una investigación penal, después de que una investigación de Reuters revelara una conspiración de años para trasladar y esconder miles de cuerpos en el desierto de Dhumair, al este de Damasco.
La fosa fue parte de la llamada “Operación Mover la Tierra”, diseñada por el círculo íntimo del exdictador para desenterrar cadáveres enterrados cerca de la capital y transportarlos a una zona militar remota.
Tras la caída de Assad, el nuevo gobierno reinstaló presencia militar en el sitio, estableció controles de acceso y reforzó la vigilancia, mientras imágenes satelitales muestran reciente actividad de vehículos en la base.
La policía tomó fotografías, realizó peritajes y entrevistó testigos, incluido un mecánico que reparaba camiones que trasladaban cuerpos. El caso fue remitido a la fiscalía de Adra, que investiga a sospechosos del antiguo régimen dentro y fuera del país.
La Comisión Nacional para Personas Desaparecidas informó que prepara equipos y laboratorios para exhumaciones masivas bajo estándares internacionales y prevé iniciar trabajos en 2027. Documentos militares señalan que la logística de la operación estuvo a cargo del coronel Mazen Ismander, quien declinó comentar.
La conspiración se gestó en 2018, cuando Assad buscaba recomponer su legitimidad internacional pese a acusaciones de detenciones y asesinatos masivos. Entre 2019 y 2021, durante cuatro noches por semana, camiones trasladaron cuerpos desde una fosa en Qutayfah hacia Dhumair, donde se cavaron nuevas trincheras para ocultarlos.

