WASHINGTON.- Gina Haspel, la candidata del presidente Donald Trump para dirigir la CIA, prometió que la agencia de espionaje «nunca jamás» reanudará un programa de duros interrogatorios, a menudo denunciados como tortura, bajo su vigilancia.
La directora en funciones, quien enfrenta cierta resistencia por su papel en una prisión secreta de la CIA en Tailandia en 2002, dijo a la audiencia de confirmación del Senado que la agencia de espionaje aprendió «duras lecciones» de su uso de duras detenciones y tácticas de interrogatorio sobre sospechosos de «terrorismo» después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
«Luego de haber servido en ese momento tumultuoso, puedo ofrecer mi compromiso personal, de forma clara y sin reservas, de que bajo mi dirección, la CIA no reiniciará ese programa de detención e interrogatorio», remarcó Haspel, quien además hizo hincapié en que la ley estadounidense ahora prohíbe claramente tales métodos de interrogatorio, y en que ella misma apoya totalmente «el trato de los detenidos requerido por la ley».
La actual directora interina de la agencia de espionaje dijo también que no cumpliría ninguna orden de Trump que considerara moralmente objetable. «Mi brújula moral es fuerte. No permitiría a la CIA llevar a cabo actividades que yo considere inmorales, incluso si fuera técnicamente legal. No lo permitiría», aseguró.
Haspel, para ser confirmada como la primera mujer directora de la CIA, necesita 51 votos en el Senado de 100 escaños, donde los republicanos de Trump tienen una mayoría de 51-49.