El presidente de Estados Unidos recibió en la Casa Blanca a sobrevivientes y familiares de víctimas del ataque perpetrado en la escuela secundaria de Parkland. Aseguró también que habrá controles más estrictos frente a los antecedentes de aquellos que quieran comprar armas
Estados Unidos sigue conmocionado por la muerte de 17 personas en el tiroteo perpetrado el pasado miércoles en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, de Parkland, Florida.
El presidente Donald Trump recibió a sobrevivientes y familiares de víctimas del ataque llevado a cabo por Nicolas Cruz. El emotivo encuentro se produjo en la Casa Blanca, donde también estuvo presente el vicepresidente Mike Pence.
Dentro de un amplio abanico de ideas y propuestas que se mencionaron, el jefe de Estado sugirió la posibilidad de contar con profesores armados, de manera encubierta, en las escuelas para evitar eventuales ataques.
«Si tuvieras un maestro experto en armas de fuego, podrían terminar el ataque muy rápidamente», consideró Trump.
«Vamos a analizar eso con rigor. Mucha gente estará en contra y pienso que mucha gente estará a favor, pero lo bueno es que habrá mucha gente del lado de esa idea», agregó.
El mandatario, sin embargo, aclaró que la iniciativa «solo funciona si tenemos gente adepta a usar armas de fuego, y tenemos muchas. Serían profesores y entrenadores». «Esto sería obviamente para personas adeptas a manipular un arma. Y sería con porte encubierto».
Esta propuesta surgió de Frederick Abt, padre de una niña sobreviviente de la masacre de Florida: «Una posible solución, que puede no ser muy popular, sería tener en las escuelas profesores o personal de administración que voluntariamente tengan armas trancadas en las salas de clase y quienes reciban entrenamiento».
«Si no es un profesor, puede ser un custodio, o un policía de civil que trabaje en la cantina, sirviendo almuerzos pero que tenga un arma lista», opinó.
Por su parte, Trump prometió que las autoridades serán «más fuertes en los chequeos de antecedentes» de aquellos que quieran comprar un arma. Asimismo, adelantó que harán mucho énfasis en los controles de salud mental.
Dirigiéndose directamente a los familiares de víctimas, Trump dijo: «Ustedes están pasando por un enorme dolor y no queremos que otras personas pasen por el mismo dolor».
El padre de un joven sobreviviente de Parkland le pidió al presidente tener «sentido común» a la hora de tratar las leyes de armas. «Si no tiene la edad suficiente para comprar una bebida alcohólica, no debería poder comprar una pistola», consideró.
Andrew Pollack, padre de una de las víctimas del tiroteo en Florida, se mostró profundamente conmovido, y a la vez «enojado»: «Mi hija no tiene voz. Recibió nueve disparos en el noveno piso».
«Esto no debió suceder. No puedo subir a un avión con una botella de agua, pero un animal puede ingresar a una escuela y dispararle a nuestros hijos», repudió Pollack.
El hombre pidió mayor seguridad para las escuelas para que los jóvenes puedan ir a estudiar con tranquilidad, sin pensar que pueden ser víctimas de un nuevo tiroteo. «Es fácil proteger aeropuertos, estadios, embajadas… Estoy muy enojado de que sucediera esto. ¿Cuántos niños más deben de morir? No dormiré hasta que se arregle esto», dijo, con la voz entrecortada.