BOGOTÁ.- “¿Por qué nos vigilan?”, preguntaron este domingo 34 periodistas al presidente Iván Duque, en una misiva pública, tras conocerse, otra vez, un escándalo de espionaje ilegal a manos del Ejército contra unas 130 personas, entre ellos reporteros, líderes sociales y políticos de la oposición.
El cuestionamiento se produce en el marco del día mundial de la libertad de prensa y tras conocerse a través de las revelaciones hechas el viernes pasado por la revista local Semana sobre los seguimientos sin amparo de un juez por parte de la inteligencia castrense.
La vigilancia extrajudicial consistía en elaborar perfiles de reporteros, varios de ellos extranjeros y de medios de estadounidenses de gran relevancia, para establecer sus contactos y relaciones, ubicación y hasta datos de sus familiares.
En Colombia, el tema del espionaje ilegal es un modus operandi que no tiene nada de nuevo, hace un año un corresponsal del prestigioso diario The New York Times se vio obligado a abandonar esa nación luego de publicar un artículo que ponía en evidencia a una directriz castrense que puso en el ojo del hurácan a la desgastada y magullada institución, que ha sido utiliza y desprestigiada por la casta política colombiana.
Ese corresponsal norteamericano hace parte de la lista de varios trabajadores de prensa espiados, un hecho que en enero Semana también reveló cuando precisó que equipos sofisticados que debían apuntar contra la criminalidad son utilizados contra políticos, jueces y periodistas.
En una tibia y repetitiva declaración, el presidente Iván Duque pidió llegar hasta las últimas consecuencias en las investigaciones por las interceptaciones ilegales en el Ejército Nacional.
“Tenemos que avanzar en los aspectos disciplinarios y penales para que se pueda entender, a profundidad, qué tipo de comportamientos se han presentado, y sobre todo, que podamos encontrar a los autores materiales y los autores intelectuales, donde se han presentado que son inadmisibles y frente a los que debe caer todo el peso de la ley”, dijo el jefe de Estado.
Duque reiteró su rechazo a los “perfilamientos a periodistas, defensores de los derechos humanos y funcionarios públicos”, el presidente pidió este domingo sanciones ejemplares.
En una clara crítica al Gobierno, José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, aseguró que las acciones realizadas por el Ejército “son propias de una dictadura”.
“Este tipo de espionaje es algo habitual de una dictadura, de un sistema totalitario y es normal en ese contexto, pero no puede ser normal dentro de una democracia como la colombiana”.
Vivianco agregó que las denuncias son “de una enorme gravedad porque parece ser que estas interceptaciones telefónicas por parte de agentes del Estado y de agentes de inteligencia, asociados al Ejército, se está transformando en una práctica habitual en Colombia, y eso es de la mayor gravedad porque es algo irregular; son delitos y un atentado contra la democracia y el estado de derecho”.