MANILA.- Los críticos del presidente filipino Rodrigo Duterte pidieron su enjuiciamiento después de las declaraciones en las que parecía asumir la responsabilidad por asesinatos en la «guerra contra las drogas»
Durante un discurso en el palacio presidencial el jueves, Duterte dijo: «¿Cuáles son mis pecados? ¿Robo dinero? ¿Incluso un solo peso? ¿Enjuicié a alguien a quien mandé a la cárcel? Mi único pecado son los asesinatos extrajudiciales».
El presidente enfrenta actualmente dos cargos por crímenes de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional. En agosto, activistas y familiares de ocho víctimas de la «guerra contra las drogas» de Filipinas pidieron su acusación sobre miles de ejecuciones extrajudiciales. El viernes, la senadora opositora Rizza Hontiveros dijo que la «admisión verbal de Duterte servirá como evidencia sólida en la búsqueda de la justicia por parte de la gente».
Mientras tanto, el portavoz de Duterte, Harry Roque, intentó retroceder en los comentarios. «Conoces al presidente. No hablaba en serio», dijo Roque a la estación de radio local DZRH. «Ese es el presidente siendo él mismo, siendo lúdico, resaltando el punto de que él no es corrupto». En su discurso del jueves, Duterte también dijo que no había evidencia para implicarlo en los asesinatos. «Cuatro mil muertes. ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Qué usé? Nada», dijo.
En febrero, un senador opositor, Antonio Trillanes, dijo que la cifra de muertos en la guerra contra las drogas del gobierno había superado los 20.000 desde que el presidente Duterte asumió el cargo en 2016. En un discurso ante el senado filipino, Trillanes dijo que el propio informe de la administración Duterte muestra que 3.967 «personalidades de las drogas» fueron asesinadas luego de presuntamente resistirse al arresto durante operaciones policiales entre el 1 de julio de 2016 y el 27 de noviembre de 2017.
