CARACAS.— Venezuela fue uno de los países de mayor crecimiento económico en América Latina en 2022 y se espera que sea uno de los que mayor expanda su economía durante el 2023.
La información se desprende de un análisis hecho por la Comisión Económica para América Latina (Cepal) el cual sostiene que las expectativas de crecimiento para la nación petrolera la sitúan en un lugar de liderazgo regional, tras casi una década de estancamiento e hiperinflación.
En el 2022, Venezuela cerrará con un crecimiento de alrededor de un 12% según datos del informe anual Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe de la CEPAL, mientras que las previsiones del Banco Central de Venezuela (BCV) para el primer y segundo trimestre del presente año, situaron la expansión entre un 17% y un 18,7%, en comparación a los mismos trimestres de 2021.
A modo de comparación, el crecimiento de 12% en 2022 y de alrededor de un 5% para 2023, se compara con el crecimiento de un 3,9% de la economía argentina y de un 2,6% para la economía brasileña en 2022 y de las expectativas de crecimiento de un 1% para ambos países sudamericanos en 2023.
Asimismo, la actividad manufacturera experimentó una mejoría este año, llegando a un 30,7% de su capacidad industrial en el segundo trimestre. La Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria) afirmó a mediados de año que el sector manufacturero incrementó nueve puntos respecto del mismo periodo del año anterior.
El repunte económico ha sido impulsao por el aumento internacional de los precios del petróleo debido al conflicto en Ucrania y las sanciones contra Rusia.
En ese contexto, Venezuela empezó a recuperar los niveles de producción desde 2021, y si bien todavía falta mucho, el alza general de precios ayudó definitivamente a este saldo positivo del año.
El acuerdo entre Washington y Caracas para la reanudación de la extracción petrolera por parte de la multinacional estadounidense Chevron alcanzado en noviembre abre un margen operativo para la producción de crudo venezolano estancado desde el inicio de las sanciones en 2015.
La reanudación de las relaciones económicas con Colombia y del comercio en la frontera son otro de los pasos positivos que contribuyen a este crecimiento.