WASHINGTON.- El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, aseguró que la insurgencia en Colombia, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los disidentes de las FARC, que anunciaron el regreso a las armas, operan en Venezuela con el apoyo de Nicolás Maduro. Situación que supone “gran preocupación” para Washington.
Según Abrams, las acciones de estos grupos guerrilleros, “profundamente involucrados en el tráfico de drogas”, afectan no solo a la seguridad de la región, sino también a Estados Unidos.
La denuncia de Washington coincide con la realizada por el alto Comisionado para la Paz de Colombia, Miguel Ceballos, que también acusó a Maduro de haber entregado “un claro apoyo” a la disidencia.
Abrams explicó a la prensa que Estados Unidos y Colombia han estado en contacto durante todo el año, porque hay una importante disidencia de las FARC y especialmente presencia del ELN en Venezuela. “Está con ayuda del régimen y la cooperación del régimen”. A juicio de Abrams, Maduro los deja operar libremente en territorio venezolano.
¿De dónde saldrían las armas del nuevo grupo disidente de las Farc?
Tras la publicación del vídeo donde Iván Márquez, Jesús Santrich y el Paísa anuncian su rearme, son varias las preguntas que quedan en el aire, entre ellas cuál será su posible financiamiento o como obtendrían el armamento que se ve en las imágenes conocidas por el mundo entero.
Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, considera que el financiamiento se haría con el dinero del narcotráfico. “Es posible que se disparen las extorsiones en el país, seguramente narcotráfico y minería ilegal entrarán también, es así como van operar…Pero digamos, no vamos a volver a los años noventa, ni estás son las mismas Farc”.
Camilo González, de Indepaz, coincide con Ávila, y calcula que el nuevo grupo armado destinará un 70 por ciento de su tiempo al narcotráfico como principal herramienta de financiación.
“Ellos lo dijeron, ellos van a sacar la plata del narcotráfico, es una alianza con el narcotráfico y otros negocios ilegales, es decir minería ilegal de oro y el narcotráfico pueden dar para mantener un grupo armado como sucede en México y en otros países”, aseveró González.
De acuerdo con los analistas, este nuevo grupo armado se dedicará a los atentados terroristas contra oleoductos y extorsiones a ganaderos y comerciantes en zonas rurales, uno de los “modus operandi” propio del ELN, grupo con el que las Farc ha tenido acercamientos.
Frente al nuevo armamento, los dos expertos en conflicto no dudaron en asegurar que en Colombia “resulta demasiado fácil” acceder a armas en el mercado negro, además creen, a manera de hipótesis, que los carteles extranjeros estarían pagando la droga con armas.
Por su parte, el presidente de Colombia, Iván Duque, anunció este jueves una ofensiva contra los exjefes de las Farc que proclamaron la nueva rebelión.
El mandatario ordenó la creación de una “unidad especial” para perseguir a los guerrilleros que anunciaron un nuevo alzamiento armado este jueves.
Duque ofreció 3.000 millones de pesos de recompensa, unos 882.000 dólares, por cada uno de los veinte hombres y mujeres que aparecen en el vídeo de la nueva guerrilla, todos ellos requeridos ahora por la justicia colombiana por los incumplimientos en lo pactado.